domingo, 31 de enero de 2010

EN LA CUMBRE DEL SHISHA PUIGMAL

Al día siguiente del fracaso lo que mas nos preocupaba era el tiempo. Había una previsión peor que la de ayer y durante el viaje en coche se confirmaba con un cielo tapado y negro. Pero al enfilar la pista de Fontalba y ganar altura dejamos las nubes en valle. Un problema menos, de momento.
Dejamos el coche justo hasta donde llegamos el día anterior y recorremos los 500 mts que nos separan del inicio de la ruta oficial. El camino se intuye facilmente pero está helado. Si no lleváramos el material adecuado no habríamos podido dar dos pasos sin caer en la pista de patinaje. Empiezo con raquetas y Miqueu con crampones. Quedó claro ayer que estos son los mas adecuados, pero viendo las laderas de nieve polvo prefiero evitar ponerme el sofisticado material cramponil que llevo hasta que no sea necesario.
Pasados los 2.400 m, el terreno se hace mas complicado, y el frío también añade emoción.
Es el momento crampones,
De momento aguanta el tiempo. Vemos la acumulación de nieve en la arista y la subida hasta lo que pensamos que es la cumbre.

Inicio del ataque a cima. La arista se vuelve vertical, helada y de postre, empieza el fuerte viento y llegan las nubes.



Aunque casi no vemos nada, los crampones nos dan mucha seguridad. También seguimos el camino mas facilmente.


A mayor altura, mas hielo. Combinado con el viento hace unas bonitas figuras en la roca.

Ya llegando a la cima, el viento se multiplica por dos. Miqueu parece que saldrá volando de un momento a otro. Solo las cervezas que lleva en la mochila hacen de contrapeso para evitarlo.


Y por fin el techo. Las cruces de hierro están congeladas de una manera curiosa. Parece el fondo del mar.

Una conquista mas de la sección de montaña del Carajillo Team. Quería celebrarlo con unas cervezas en la cima pero se habrían congelado en el camino entre la lata y la boca.

sábado, 16 de enero de 2010

Port Au Prince.

Jordi ha llegado a la capital de Haití. Viendo los telediarios parece que existe un montón de ayuda en marcha. Pero la realidad es otra. Las farmacias continuan cerradas cuando podrian abastecer a los supervivientes que agonizan a escasos metros de sus puertas. Los hoteles derruidos acaparan un gran númeo de equipos de rescate. La carretera desde Santo Domingo, perfectamente transitable, no ve pasar los camiones con suministros vitales.
Podeis leer la cronica aquí. CESAL.
Pide que no le dejeis solo.

jueves, 14 de enero de 2010

Animo Jordi. Crónica desde Haití

Aunque el tema no tiene nada que ver con el blog, creo que la situación merece cualquier ayuda que pueda ofrecer. Así que desde mi pequeña ventana al mundo solo puedo que informar de que existen personas como mi hermano y organizaciones como Cesal. Si alguien esta interesado en colaborar solo tiene que entrar en la web y hacer cualquier donativo en la cuenta de emergencia que han abierto.
Gracias.

Escribo desde la oficina de CESAL en el municipio de Fonds-Verrettes, fronterizo con la Republica Dominicana, a unas 3 horas de Puerto Príncipe. El terremoto aquí no ha producido daños ni heridos. Sin comunicación telefónica, ni señal de televisión ni radio, las informaciones que nos llegan son escasas. Apenas un hilo de voz difícil de entender proveniente de una emisora dominicana cuenta alguna cosa del desastre. Los pobladores de Fonds-Verrettes saben lo que es sufrir un desastre, pues en el 2004, el pueblo fue destruido en la temporada de huracanes. El terremoto de hoy revivió viejos miedos.

Aquí todos tienen algún familiar en la capital, desde que en las últimas décadas, miles de personas del campo empezaron a emigrar a la ciudad buscando salir de la miseria, poblando los barrios de chabolas "bidonbiles" que se esparcen en las laderas de Puerto Príncipe. La gente está inquieta, y cada uno busca la manera de ir a la capital a visitar a los suyos. La mayoría subirán, casi escalando, los altos camiones de transporte de mercancías, para hacer el viaje de más de 4 horas, colgados entre sacos de patatas, cabras y gallinas. Pero nadie se queja, pues ya se habituaron a viajar así. Cientos de personas se concentran en el mercado para despedirlos y para interrogar toda moto o vehículo que llega al pueblo, en busca de las ultimas noticias.

Luego éstas correrán boca a boca por campos y montañas, como un gran eco humano. Los niños y niñas no van a clase, todos se quedan en las casas, cerca de sus mamás. Al mediodía sabemos que los principales edificios de Puerto Príncipe se derrumbaron: el palacio nacional, el edificio de las naciones unidas, hospitales, escuelas, comisarías, la catedral, grandes supermercados llenos de gente, etc. Miles de personas engullidas por los escombros. Las oficinas de la Cáritas de Puerto Príncipe, nuestro socio local, han sido destruidas. En Puerto Príncipe la gente vaga por las calles y pasará la noche al aire libre, nadie quiere entrar de nuevo en los edificios.

Al final del día, empiezan a llegar los expedicionarios que partieron por la mañana. Cientos de familiares los reciben, y se producen escenas tanto de júbilo como de dolor, en función de la noticia traída. Las réplicas al terremoto se van sucediendo durante el día, la más fuerte hacia las 5 pm. Es por ello que la protección civil recomienda no desplazarse en las próximas horas, pues todavía hay un riesgo alto de seísmos. Parece que las rutas de entrada y salida de la ciudad están también dañadas. El teléfono sigue sin funcionar, pero milagrosamente empieza a llegar la señal de Internet a nuestro teléfono móvil. Leo los mails de apoyo que llegan de mi familia, amigos, compañeros de CESAL. También empiezo a conocer el paradero de algunos amigos cooperantes, técnicos o miembros de la MINUSTHA. Carolina, una española que trabaja en Haití, elabora una lista de correos y empieza a recopilar el paradero de cada uno. La mayoría de españoles responden y comunican su estado y la situación de la gente que conocen. También se confirman las primeras muertes o desaparecidos.

Espero poder bajar mañana a Puerto Príncipe si las condiciones lo permiten, y poder evaluar junto a AVSI y la Cáritas de Puerto Príncipe, los daños y necesidades más urgentes, uniéndome al trabajo de emergencia que seguro están haciendo ya. Aquí nos estamos preparando psicológicamente para lo que nos vamos a encontrar al llegar a Puerto Príncipe. Mucha de la gente y lugares que conocimos y aprendimos a querer ya no existen. El sufrimiento y la desgracia en Haití parece no conocer descanso, empecinada en castigar al más pobre.Sólo nos queda reafirmar nuestro compromiso y solidaridad con este gran pueblo de Haití, alegre, fuerte y orgulloso, que seguro saldrá adelante, con la ayuda de la comunidad internacional.
Jordi Bach Codina

martes, 5 de enero de 2010

Stage de Navidad. Expedición al Shisha Puigmal (1)

Día 1.

Como cada año, intento cerrar la temporada con algo especial. Esta vez se trataba de una ascensión de altura en nieve, el Shisha Puigmal, de 2.913 m., la montaña mas alta de Girona y de toda la cordillera oriental del Tibet, cerca de Katmandú, aquí conocido como Nuria.

Con una previsión de temperaturas en la cumbre de -15 grados, viento y poca visibilidad, nos confiamos a Vador Oiarzabal, que tiene en su currículum el Montblanc y que por problemas de salud, no llegará a coger el avión con nosotros.


Por tanto, ya estamos los dos capullos de siempre haciendo el ganso por la montaña. Y encima con material inédito, raquetas y crampones.

Salimos del campo base sobre las 8.30 h sin tener ni idea de por donde atacar la cumbre. Fontalba o Nuria. La primera opción es una pista que nos lleva a 2.000 m y que sospechamos que puede estar llena de hielo. La segunda opción implica gastarse la pasta en el cremallera y encontrar mas nieve. Finalmente, optamos por Nuria, como opción mas segura.

Nos calzamos las raquetas como primera opción, ya que tenemos la sensación de que los crampones son para las placas de hielo, e iniciamos la ascensión con buen tiempo.

Las primeras sensaciones con las raquetas son buenas si las comparamos con la subida al Bastiments que hicimos a pelo. En plano, y con nieve bastante virgen, "progresamos adecuadamente"

Vamos siguiendo mas o menos el trak que llevamos de una ascensión invernal, pero como no la veo clara pues se mete en el barranco, decido seguir la vía estival que yo ya he realizado. Evidentemente, aquí empiezan los pasos complicados. Para empezar un desnivel que en caso de fallar podemos caer directamente al barranco desde mucha altura. Voy clavando las raquetas lateralmente y suerte que la nieve esta floja pues la verdad es que estos pasos teníamos que haberlos pasado con los crampones.

Una vez que hemos ganado altura, el tiempo empieza a cambiar. Ya no vemos la cumbre y el frío es mas intenso.
Sobre los 2.600 m, ya no vemos nada. Intuimos la ruta por el trak, pero llega un momento en que una pared no nos deja continuar. Decidimos recular y atacar siguiendo otro de los traks que llevamos que parece mas fácil. A estas alturas, el frío es una pasada. Unos 10 bajo cero. Las costuras del pantalón están remarcadas por el hielo.

La nueva ruta parece mas fácil y nos permite subir algunos metros mas. Pasamos algunas placas de hielo moldeado por el viento muy curiosas, estamos en una zona muy ventosa, que combinada con el frío y la poca visibilidad, hace que empiece a plantearme si podremos seguir. Encima, Miquel se cae por un cortado de metro y medio que no ha visto, quedando plantado como una caca de perro. Y así hasta llegar a otra pared. Como no vemos por donde subir, decidimos abandonar. Ahora mismo, lo único que pienso es en como vamos a poder pasar lo pasos técnicos con esta niebla. Antes, hago una foto al punto donde abandonamos.

Al bajar unos cientos de metros abandonamos la nube que nos cubría y nos relajamos. Y que mejor que una cerveza para celebrarlo y olvidar el cabreo de haber sido vencidos.
Ya bajando, cambiamos la ruta. Seguimos el cauce del río con una nieve esponjosa y blanquísima. La sensación de aventura es total. Estamos en un lugar aislado, exigente y precioso.

Lo cual me anima ha realizar pasos mas arriesgados. Bajo lateralmente hasta una cueva en la que en verano se forma una bonita cascada. Luego animo a Miquel para que me siga. (que remedio, jeje)

Y así hasta llegar a Katmandú. Antes de bajar hemos probado los crampones y funcionan mucho mejor!!!! Hemos estado haciendo el primo con las raquetas y para habernos matado.

Antes de volver al campo base, subimos con el coche la pista de Fontalba para planear el ataque del día siguiente. Después de 11 km de pista, el hielo no nos deja continuar pero con el gps vemos que solo quedan 500 m hasta el inicio del camino. Por tanto, mañana haremos otro ataque.