XV VOLTA A LA CERDANYA

Me gustaría dedicar esta crónica a la memória de Xavi Novell. Un blogger que me hacía reir y una filosofía a seguir.

Vaya palo me dió la Volta de este año. Eso me pasa por subestimarla. Un día antes de subir hasta Castellar de N'Hug, Vador nos comunica que tiene la rodilla mal y que renuncia al equipo. Por tanto, esa tranquilidad en afrontar los km. ya no la tenemos. Solo hay un problema. En dos meses solo he salido en serio UN DIA.

Llegamos Miqueu y yo a Castellar justo para recoger los dorsales y saber donde hemos de dormir. Nos envian a la casa de colonias de Orriols. Primera mala noticia junto a la de la lluvia que en ese momento empieza a caer.

Pero las malas noticias duran poco: camino a la casa de colonias tenemos un bar. Parada y cerveza. Seguidamente, la segunda buena noticia. No hay sitio para nosotros en Orriols y nos envian, muy a su pesar, a una habitación del hotel Les Fonts. Que lástima. Ya no tendremos que hacer cola en el wc, la ducha, etc.. ni tendremos que usar el saco de dormir ni la toalla que traemos.

A las 20 h, empieza el brifing. Antes saludo a la Cabra Noe y tambien veo a Uri, el creador de la Urikiller, que se sienta a mi lado en el pavelló d'esports. Como siempre, el Pere de Probike asusta a todo el mundo con los peligros y dureza de la ruta, las posibilidades de hipotermia, los agujeros que nos harán caer 8 metros al vacio, las bajadas donde seguro que nos la pegaremos por querer adelantar, etc... La verdad es que más vale prevenir, pues hay mucho cazurro y algunas de sus predicciones se cumplieron.

En la cena, pues en el hotel solo podemos dormir, nos sentamos con las verdaderas leyendas de estas y otras aventuras. Pep y Eva conocidos de la Titan y de la anterior volta. Junto a nosotros una pareja que nunca ha hecho nada parecido y que ya estan pensando en abandonar, cosa que hicieron al día siguiente.

En el hotel, le explicamos a la simpatica dueña nuestra tradición carajillera y el honor que le hacemos a nuestro equipo antes de una competición.

Etapa One. Son las 4.15 h cuando abro los ojos. El desayuno en el castillo de Dracula-Orriols es a las 4.45 h. Somos los primeros y no hemos de hacer colas.

Hace mucho frío, así que cargamos con ropa para todo el día y por si llueve. Como el año pasado, cada 20 segundos desde las 6 h va saliendo un equipo. Nosotros a las 6.22 h.

Otra vez me he dejado el frontal así que tengo que usar la táctica "insecto volador en la farola" y seguir muy de cerca la luz del frontal de Miqueu. Pero eso na hace que tenga una caida sin consecuencias. Mientras amanece, el paisaje es precioso. Un mar de nuves bajas entre las montañas da un ambiente especial que solo se siente en estos madrugones de grandes rutas.

Pasamos el primer control en la ermita de Montgrony (mira por donde, al final he pasado por aquí despues de tantos años) y empieza el tramo de orientación. Hemos de seguir las marcas de la ruta de l'ermità, pero llega un momento en que se pierden. Cuando enfilo por un sendero para intetar recuperar la pista correcta, vemos como todo el mundo va bajando por la pista principal y gritandonos que donde vamos. Al final, por inercia borreguil, seguimos al grupo en la bajada. Error. Aunque a mitad de la bajada decidimos recular y coger una pista mas marcada, hemos perdido mucho tiempo. aunque no tanto como el resto que han bajado hasta el fondo.

Acabado el tramo de orientación, empieza mi tormento. El paisaje se me vuelve monotono, las subidas agobiantes y las bajadas inseguras. No estoy motivado y eso se traduce en que Miqueu me tiene que esperar pues yo no sigo el ritmo adecuado.

Poco a poco, llegamos hasta los ultimos 8 km de carretera hasta Castellar que se me hacen largos. Llevo ya muchas horas con dolores de falta de costumbre consecuencia de no entrenar: culo, abductores, calambres en cuadriceps y molestias en gemelo izquierdo.

Pero de sufrir no me he olvidado así que sobre las 17,45 h llegamos al parking desde donde hemos partido hace ya 11 horas 23 minutos y seis segundos. Se lee rápido pero aseguro que ha costado superar estos cien km y 3.200 m de desnivel. Según nos informan al llegar, han abandonado la carrera unos 60 de los 200 y pico participantes.

Cervezas, cena y nos metemos en la habitación a mirar el Barça por nuestra tele privada. Solo duramos hasta la media parte antes de caer desmayados.

Etapa two.

La salida es a las 7 h, y la organización tiene las listas mal hechas por causa de todos los abandonos del día anterior. Encima, se han hecho un lío con nuestro equipo (trio en un inicio) y como Vador no ha pasado ningún control desde su casa, nos han puesto fuera de clasificación y salimos de los primeros. Van pasando los equipos y no nos llaman. Despues de protestar el que quisieran dejarnos para el final, consigo que nos dejen ir sobre las 7.22, aunque oficialmente hace 14 minutos que hemos tomado la salida. A todo esto con una bronca del Pere. Un desastre.

El segundo desatre es que sigo igual de flojo. No cojo ritmo ni a tiros. Aunque hoy el paisaje es mucho mejor que ayer.

La subida del día es hasta el coll de Pal. 18 km de ascensión ininterrumpida. Desde los 750 m de Bagà hasta los 2.050 m del Coll, con una parada a medio camino en el refugio de Rebost, donde intento convocar a los dioses que protegen al equipo para que me ayuden.

Como la ofrenda no contiene alcohol, no les gusta y acabo arrastrando penosamente la bici por las rampas de turno hasta llegar al puerto.

La bajada es por las pistas de La Molina. Territorio Comanche de los freeriders. La pista tiene un montón de peraltes construidos para cojer las curvas con mucha velocidad.

La subida tambien es por las pistas de sky. En plan Pas de Lona del Grand Raid Swiss.

Luego hay que llegar al Coll de la Creuta y de allí, en orientación por un valle, hasta Castellar. Tiempo final 7 horas y 47 minutos.

El tiempo total de las etapas ha quedado en 19 horas 10 minutos y 35 segundos para los 170 km finales y mas de 6000 km de ascesnión acumulada. Puesto 45 de los 100 participantes. Según mi gps, del tiempo total de carrera hemos estado detenidos 3 horas 38 minutos. Eso quieres decir que hemos parado en todos los habituallamientos, para cambiar la hoja del roadbook, para asegurarnos del camino, para quitarnos y ponernos ropa, para descansar, para hacer fotos... En las colas de algún sendero no adelantabamos por los lados, dejabamos pasar a cualquiera que fuera mas deprisa a costa de reducir nuestra velocidad, y así un montón de detalles que demuestran nuestra calma.

En definitiva, buena y dura ruta. Para repetir solo la segunda etapa.