domingo, 16 de mayo de 2010

El Diablo dijo NO.

Al Diablo no le gusta que los vulgares humanos que han de participar en la Nonstop se preparen el recorrido. A unos les envia diluvios a otros problemas mecanicos, y a Miqueu y a mi nos ha regalado un repertorio de todas sus maldades.

Invadidos por la maligna influencia diabólica que nos desanima, el sábado decidimos hacer la parte final del recorrido entre Sant Quirze y Torelló. De esta forma, cuando nos corten el paso a mitad de recorrido ya conoceremos todo el tracks.

Bueno, pues el Belce (bú), nos recibe con unos 4 grados a las 8.30 de la mañana que con la equipación de verano hace una gracia que no veas. A los 5 minutos de rodar, nos mete una pista vaquera en ligera subida (pista vaquera = suelo compuesto a partes iguales de barro y caca de la vaca mas bien suelta, todo mezcladito y sin posibilidad de esquivar) que hace que un desnivel del 6-8% nos obligue a emplearnos como si ascendieramos al Tourmalet. Moral a 2 bajo cero. Si los 90 km que quedan son así mas vale olvidarse.

Pasado el mal trago, empiezan las putaditas. Una gota de barro (supongo) logra alcanzar mi ojo a traves del minimo espacio entre las gafas y la piel, o el GPS que de pronto me marca el track al reves y me desaparece el mapa. Pero seguimos. Bueno, seguimos como podemos porque no tenemos el track hasta Alpens y según parecía, no había perdida. Pues si, hay perdida. Una pista nos lleva hasta una masía diabolica donde un perrazo, un burro, ocas y cabras que estan sueltos y quieren atacarnos. El dueño sale y su imagen es para salir corriendo. Evidentemente sus indicaciones son para no encontrar ningun camino pero con intuición llegamos hasta Alpens.

Como parece que nos estamos saliendo con la nuestra, Belce decide poner trampas en forma de charcos. Parece humor amarillo, con tres puertas pared y una de papel. Cojes carrerilla y a rezar. Miqueu coje la puerta erronea y queda absorbido por el fango. Belce aprovecha y hace que el barro encalle los cierres automaticos de sus zapatos, que al querer quitarselos sin querer los aprieta mas.

Llegamos a uno de los numerosos rios, que no riachuelos, y aprovecho para quitar el barro de la bici como una lavandera. Ya se que es triste tratar a la Massi de esta forma pero es que la pobre llevaba barro hasta en los numeros de las marchas. Miqueu, que ya no le llega la sangre a los dedos de los pies, consigue aflojar los zapatos con el agua bendita.

Seguimos. El recorrido está lleno de cercados de ganado que te hacen parar para abrirlos, cortando cualquier buen ritmo que lleves. Evidentemente estan electrificados y evidentemente con alguno te enrampas. Hay uno que Belce lo tiene con el mango roto y solo tocarlo te entra la risa.

Segunda pista vaquera. Esta vez, Miqeu queda atrapado en el lado oscuro. Literalmente no puede moverse y he de tirarle un tronco (no es broma) como en las peliculas de tarzan para que escape de las arenas movedizas caminando por encima. Foto de los momentos previos al drama.


Muchos de los corriols, Belce los ha convertido en bonitos manantiales. Ha llovido tanto las ultimas semanas que el agua rezuma por cualquier parte. Otra gotita de barro en el ojo.

Y viendo que con todo lo anterior, mas alguna caida que no cuento por verguenza, Belce no consigue que abandonemos, pues se encarga de que en la subida antes de encarar a Torelló nos venga un viento racheado de frente y que a Miqueu le entre un ataque alergico-asmatico como nunca en la vida según sus propias palabras.
En la bajada, caida tonta pero tonta y rotura de la palanca de bloqueo de la suspensión. Hasta me parecen oir las risas de algún diablillo entre los arboles.

Llegados por fin a Torelló diez horas despues, buscamos el coche y ante unas cervezas analizamos la non stop:
A favor:

El carajillo team no se rinde nunca.


Ya sabemos por donde cruzar los charcos y los rios sin ahogarnos.

No creo que el día 5 de junio pueda haber mas barro y agua que estos días.

ehhh.. no se me ocurre nada mas.

En contra:

Que no lo conseguiremos.

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