Segundo partido de la LLiga Catalana en el pueblo de Coll de Nargó, LLeida, subiendo hacia la Seu d'Urgell. Cambios de táctica y diferente preparación me dan mas esperanzas después de la derrota en la UTBCN.
El viernes por la tarde recogemos el dorsal, un paseito mojado por las callejuelas y brifing en el bar del pueblo, donde nos dan la buena noticia: el recorrido tiene 5.800 m de desnivel + en vez de los 4.500 anunciados. ole,ole. Luego cena del corredor donde cada uno explica sus aventuras entre vino y macarrones. A nuestro lado Xaume, de 68 años y miles de ultras a cuestas. En la foto con Kike, uno de los organizadores.
El viernes por la tarde recogemos el dorsal, un paseito mojado por las callejuelas y brifing en el bar del pueblo, donde nos dan la buena noticia: el recorrido tiene 5.800 m de desnivel + en vez de los 4.500 anunciados. ole,ole. Luego cena del corredor donde cada uno explica sus aventuras entre vino y macarrones. A nuestro lado Xaume, de 68 años y miles de ultras a cuestas. En la foto con Kike, uno de los organizadores.
Nos vamos a dormir con todo preparado y al despertarnos las nubes ya nos avisan del día que nos espera. Preparo 5 bocadillos de jamón, pues la prueba es en autosuficiencia: hasta el km 53 no hay comida y del 53 al 103 solo hay un punto con caldo.
No es que sea muy culé, pero segundos antes de la final de champions hice la promesa de que si ganaba el Barça haría las próximas ultras con la camiseta. Así que me presento con esta pinta a la salida.
A las 9 en punto pistoletazo y a correr por las calles de Coll de Nargó, un pueblo encantador. El ritmo mucho mas tranquilo que en Sitges. Ya hemos aprendido algo. Además, esta vez llevo un pulsometro. Prohibido pasar de 160 p.m. No me gusta llevarlo, pero es uno de los muchos cambios promovidos por el desastre de la UTBCN.
El paisaje espectacular nos acompaña desde el minuto 1 y la verdad es que da fuerzas estar en un lugar tan especial. Sobretodo cuando a los dos km ya empieza la primera de las tres subidas duras de la jornada. Facilmente llegamos a cima, controlando mucho el ritmo y con la obsesión de no agotarnos. La vista es espectacular.
El paisaje espectacular nos acompaña desde el minuto 1 y la verdad es que da fuerzas estar en un lugar tan especial. Sobretodo cuando a los dos km ya empieza la primera de las tres subidas duras de la jornada. Facilmente llegamos a cima, controlando mucho el ritmo y con la obsesión de no agotarnos. La vista es espectacular.
En la primera bajada técnica también tengo buenas sensaciones. La montaña es salvaje, y esa será la contante durante todo el día. Zonas deshabitadas y senderos minúsculos. Algunos incluso creados expresamente para la carrera, pues no son mas que hierbas pisadas.
La lluvia aún no ha aparecido pero las pistas están embarradas lo que nos hace ir mas lentos. Llegamos al primer control en 1 hora 36', Fenollet, km 9,5 y 760 m d+ con un margen de casi una hora sobre el cierre. Esto marcha.
Ahora toca el segundo tramo, con otra de las subiditas de 800 metros, que también nos daba miedo cuando estudiamos el recorrido. En este punto empieza la lluvia. La previsión es de que lloverá por la tarde y por la noche. De momento, aunque nos mojamos, preferimos no sacar la artilleria pesada tan pronto: paravientos, manguitos, guantes, buff, camiseta térmica y calcetines de recambio, todo en bolsitas individuales para que no se moje. En la bajada para un poco y se seca la ropa rápidamente.
Llegamos al CP2 igual que al 1, sin problemas. Bueno, tenemos las manos dormidas e hinchadas por el frio y Miqueu no puede pelar un trozo de plátano, pero por lo demás bien. Llevamos 4 horas y cuarto para 20,3 km con un margen sobre el corte de paso de 1 hora 45. Cae agua por un tubo y hemos de ponernos el paraviento y agua.
Un tramo de pista y al final de la subida otro de los premios, una vista increíble con el pueblo de Boixols al fondo. Hacia allí hemos de bajar por un camino casi inexistente.
En Boixols está el CP3. llevamos 6 horas 54 m y me ha pasado el tiempo volando. Pero solo son 33,5 km. El terreno nos hace ir muy lentos pero mantenemos las 2 horas de margen con el corte. Aquí empieza a llover en serio. Paso a la camiseta térmica, manguitos y un gorro rojo que me ha dejado Miqueu para que no me entre agua en la espalda. Desde el pueblo bajamos un camino de piedra muy antigua que nos lleva hasta una cascada y un puente. Han quitado las cintas y nos hace dudar pero el gps confirma la ruta.
Paralelos al río, de repente la ruta nos obliga a bajar al cauce y atravesarlo. La lluvia ha hecho crecer el caudal y desde arriba da un poco de respeto. Pero el agua solo llega hasta el prehuevo. Subimos por una senda que se adivina por la hierba pisada y las cintas hasta una masia abandonada. Seguimos en un lugar místico.
Bajamos por una larga cueva vegetal y remontamos un barranco cargadito de agua que me recuerda mis tiempos en Guara. Enseguida llegamos al cP4, en el km 44,2 y 9 horas 19 m de carrera. Estamos hablando con el controler bastante rato y nos hace unas fotos justo cuando sale el sol de nuevo.
Los siguientes 10 km hasta el cp5 son bastante llanos. Bueno, solo son 341 m d+, así que corremos un buen trecho. Pista ancha pero con charcos y barro. Llegamos al pueblo donde se supone que nos darán de comer y el maestro controler nos da dos rebanadas de pan de molde con chorizo en mi caso y un tranchete en el de Miqueu. Suerte que podemos añadir los bocatas de jamón , las avellanas y un gel a la comida importante del día. Que ya llevamos 11 horas y 53 km.
El día empieza a despedirse y me propongo grabar los últimos paisajes. Bajando a Cortiuda, el ultimo control antes de atacar al monstruo.
Y llegó la noche. Empieza el tramo mas duro con el desnivel mas bestia para subir al Clot d'Aubenç. Unos 750 m en menos de 3 km. Parecemos arboles de navidad entre los reflectores y la luz roja intermitente obligatoria en la espalda. Mirando al cielo veo unas estrellas que me indican que ha despejado, igual nos libramos de que llueva, un momento... ¿estrellas? !pero si se mueven! son los corredores mas adelantados que están subiendo a la cima. En ese momento tomo conciencia del brutal desnivel. Y combinado con el inicio de la ascensión, ya deducimos que esto será largo.
Después de subir a cuatro patas la mayoría del camino, nos encontramos con Kike el organizador al inicio de una cuerda fija y un paredón. Dice que nos acompaña en este tramo complicado y al pasamanos siguiente. Nos anima y nos convence de que lo peor ya esta hecho y de que llegaremos a meta.
En la cima, encontramos a un corredor que hace rato que busca las cintas. Y aquí empieza el calvario de la noche. Las cintas no son reflectantes y en ocasiones cuesta encontrarlas. Varias veces nos perdemos y hemos de recurrir al Gps. Hemos perdido mucho tiempo toda la noche con esta cuestión.
Por fin llegamos al CP7. hemos tardado 3 horas 22 m en hacer 10,7 km. llevamos 15 horas y 48 minutos. La una de la mañana y 70 km a cuestas. Nos sentamos y los controlers nos dan unas cervezas. En ese momento nace un amor que durará para siempre. Nos sacamos los calcetines mojados, untamos los pies con crema y yo me coloco un parche en el empeine del pie derecho, unica parte que ahora mismo duele. Comemos algo y seguimos.
Los siguientes 12 km los hacemos corriendo tanto en bajadas, llanos y media subida. Una extraña fuerza nos invade y pensando que ya está todo hecho no reservamos las fuerzas que hemos almacenado hasta ahora. Adelantamos a unos 15 corredores en este tramo y al llegar al CP8, el del caldo, nos dicen que vamos en la posición 40. Llevamos 82 km y 17 horas 45 minutos.
Salimos animados y pensando en el esfuerzo final de los últimos 20 km que en teoría son los mas fáciles, pero al final del primer sendero y buscando cintas los músculos se enfrían y al iniciar la subida Miqueu empieza a retrasarse. Poco a poco va bajando el ritmo hasta que deja de correr y empieza a quejarse de sus cuadriceps. Parece que se le han agarrotado y no puede estirar la pierna. El dolor aumenta y aún quedan unos 15 km que deberemos hacer como sea. Hoy le toca a el. Nos ponemos la música y a caminar y caminar durante dos horas hasta que llegamos al cp9. El ultimo control antes de meta.
Los controlers están durmiendo y no les molestamos. Pero este detalle hace que sigamos unas cintas que no son las de nuestra carrera si no de la trail de esta mañana. Al final de la pista, y siguiendo la carretera vemos un cartel que nos hace dudar. Llamamos a la organización y nos dicen que no hemos cogido el camino que salia del CP9. Nos hacen seguir la carretera y en unos 4 km llegaremos a Coll de Nargó. Con la luz del día.
Nos reciben con aplauso y una medalla. Conseguido, con sangre, sudor y casi lágrimas.
Y de premio unas cervezas que de nuevo nos sirven nuestros amigos para siempre del control CP7, y un bocata mucho mejor que el del CP5.
Y la recompensa.
Me he dejado muchas cosas en el tintero pues 103 km en 21 horas 30 minutos 23 segundos dan para mucho. El zombi cabreado que no queria abandonar, el que corria escocido de huevo al que le dejé mi cremita que luego necesité, las chicas muertas de frio, el éxito de mi camiseta, los saltos suicidas de río, etc.. Pero me lo quedo en el recuerdo.
Ahora a por el tercer partido. La Nuria Queralt.
3 comentarios:
Enhorabuena!
Vaya fenómenos.
Enhorabona per haber-la acabat, la pluja i el fang ens va anar millor que la calor del Garraf.
Ens veiem a Núria.
Soc el company de taxi.
QUÉ GRANDES!!!!! Moltes felicitats!!!!
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