(J'annonce : Les images qui apparaissent dans ce post peuvent préoccuper la mère de Michel)
La crónica puede ser larga, pero como no voy a escribir nada hasta dentro de 25 días, cuando os canséis lo dejáis para otro momento.
La crónica puede ser larga, pero como no voy a escribir nada hasta dentro de 25 días, cuando os canséis lo dejáis para otro momento.
Así, en plan fin de curso, propuse a un montón de gente del gimnasio participar en un encuentro cultural-gastronómico-deportivo en la Sierra de Guara (Huesca). Igual es que lo comunique solo con dos días de antelación o a lo mejor es que últimamente mi poder de convocatoria es el mismo que el de Bernardo y las cabras, pero la cuestión es que solo se apuntó Miqueu e Isabel.
Suficiente.
Los pepinillos y banderillas que añadió Miqueu no creo que sean muy típico suizo. A esto le añadimos unas longanizas de Graus a la brasa y el resultado fue toda la noche bebiendo agua, hasta el punto de plantear la posibilidad de colocar el camelbak al lado de la cama e ir chupeteando.
Los primeros resaltes. Con jacuzzi natural incluido en el precio.
Luego voy yo. Unos 9-10 metros, aunque tengo la ventaja que la he saltado desde los trece años.
Fin del descenso. Caminata de unos veinte minutos bajo el sol hasta casa en Bierge. Nueva muestra gastronómica y a dormirla. La intención era ir a visitar unas bodegas pero vista la hora y que aun tenemos que recuperar el coche lo descartamos. El coche lo hemos dejado por la mañana a 8 km por carretera y 300 metros de desnivel. Esa es la distancia de la etapa ciclista que emprendemos después de ver la etapa del Montventoux en el Tour. Ya podemos imaginar como fuimos de motivados. Plato grande y acoplado en la parte central del manillar. Ritmo fuerte en cabeza hasta el km 6, momento en que Miqueu ataca después de aprovechar mi rebufo y me saca unos pocos metros que ya no puedo recuperar. 5 segundos de ventaja en la general.
Suficiente.
Resumen del Stage:
Aspecto cultural. Visita a la exposición de cuadros artísticos confeccionados con todo lo que puedes encontrar en la playa después de un temporal: cristalinos romos de todos los colores, conchas, caracolas, mejillones, etc.. No hay que ir muy lejos. Esta en unas salas anexas a la casa de mi abuela, que era la artista de la familia.
Visita al pueblo de Alquezar. Una antigua fortaleza árabe sobre los acantilados del cañón del Rio Vero.
Muestra gastronómica. Llegamos a Barbastro y directos al super. Objetivo: Carne y Alcohol. No diré las cantidades obscenas de ambas, pero quedamos bien surtidos de productos autóctonos como el cordero, las longanizas, la morcilla y el vino del somontano. Un Laus roble, un Viñas del Vero Merlot y un Otto Bestué. El mismo viernes ya empezamos con una muestra de cocina suiza con raclette a la pimienta y vino del Valais.Los pepinillos y banderillas que añadió Miqueu no creo que sean muy típico suizo. A esto le añadimos unas longanizas de Graus a la brasa y el resultado fue toda la noche bebiendo agua, hasta el punto de plantear la posibilidad de colocar el camelbak al lado de la cama e ir chupeteando.
Actividad deportiva. Ya que somos un grupo asequible propongo hacer un descenso de un cañón. Como la confianza es ciega, los pollos aceptan, por lo que nos vamos a alquilar los neoprenos. Es un descenso de nivel bajo, sin cuerdas, pero como todo en la montaña, se ha de bajar con respeto. No en vano en uno de los caos de Puntillo es donde casi pierdo a uno de mis niños, dandome el mayor susto en los mas de 30 barrancos diferentes que he hecho, muchos de los cuales he repetido varias veces.
Propongo ampliar el recorrido clásico entrando en el río por la ermita de San Martín del Alcanadre, de esta forma hacemos mas km de descenso por una zona muy poco transitada y la aproximación es espectacular. Los pollos como no se enteran aceptan sin miramientos. A partir de aquí, más imágenes y pocas palabras.
Los primeros resaltes. Con jacuzzi natural incluido en el precio.
La bonita sensación de dejarse llevar por la corriente, sin esfuerzo, con la vista en el cielo... igual que una caca en el mar....
Después de unas horas de completa soledad y armonía con la naturaleza, llegamos al punto de inicio oficial del descenso. Como es fin de semana de julio, igual hay unas 60 personas esperando entrar en la zona técnica y a saber cuantos estarán por todo el cauce encañonado. Todo grupos organizados con guías. Nunca he visto nada igual.
Así, que la apacible jornada, se convierte en una aventura en la que se trata de avanzar a los grupos que están bajando. Para ello tengo que desempolvar viejas técnicas de inspección y buscar los pasos alternativos a los puntos atascados por los grupos de turistas acojonados, a los que los guias obligan literalmente a tirarse por agujeros, cascadas, toboganes y saltos inimaginables para este tipo de personas poco acostumbradas. En uno de los grupos veo una chica literalmete aterrada y colapsada negandose a continuar.
En fin, nosotros a lo nuestro. Busco agujeros paralelos a los tapones y después de valorar las corrientes y rebufos de la recepción intento bajar lo más cerca posible del agua para saltar desde la menor altura por si hay alguna roca o tronco que podría provocarme un esguince. Después desde la poza, detecto las rocas peligrosas y les indico a los pollos donde han de saltar para no hacerse daño.
Y así vamos superando todos los obstáculos, dando una dimensión con mas adrenalina de lo esperado. Con saltos, toboganes, destrepes...
Y así vamos superando todos los obstáculos, dando una dimensión con mas adrenalina de lo esperado. Con saltos, toboganes, destrepes...
Llegamos a una zona de manantiales donde tomamos las cervezas que hemos remolcado durante la jornada.
Aquí la tradición dice que se ha de saltar, así que Miqueu no tiene mas remedio que superar la impresión de tirarse al vacío en un espacio tan abierto.
Luego voy yo. Unos 9-10 metros, aunque tengo la ventaja que la he saltado desde los trece años.
Fin del descenso. Caminata de unos veinte minutos bajo el sol hasta casa en Bierge. Nueva muestra gastronómica y a dormirla. La intención era ir a visitar unas bodegas pero vista la hora y que aun tenemos que recuperar el coche lo descartamos. El coche lo hemos dejado por la mañana a 8 km por carretera y 300 metros de desnivel. Esa es la distancia de la etapa ciclista que emprendemos después de ver la etapa del Montventoux en el Tour. Ya podemos imaginar como fuimos de motivados. Plato grande y acoplado en la parte central del manillar. Ritmo fuerte en cabeza hasta el km 6, momento en que Miqueu ataca después de aprovechar mi rebufo y me saca unos pocos metros que ya no puedo recuperar. 5 segundos de ventaja en la general.
A las 22.30 a dormir pues ya no valemos para nada. A las 00.00 h oímos que hay fiesta en la plaza del pueblo. Pero el cuerpo ya no responde.
Al día siguiente toca la ruta en btt. Salimos desde casa esquivando los vasos de cubata de la plaza del pueblo, dirección Alberuela. El recorrido ya lo conozco y se trata de subir hasta San Pelegrin, un pueblo aislado con apenas dos o tres habitantes, y bajar por un bonito single trak de 3 km. Como ya me he cansado de escribir, podéis encontrar mas detalle en el blog de Miqueu.
2 comentarios:
Quines dentetes!!!! Espero no perdre'm la propera.
Bones Vacances!!!
Gabri
Vous vous êtes bien amusés, rentrés "sanos y salvos"....fantastico! Bravo à Isabel pour son courage à accompagner une paire de "casse-gueule".;-)
Bonnes vacances.
Christine
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