Refugi Colomina al Refugi d’Estany Llong. 11,23 km. 410 m subiendo y 845 bajando, que no se que es peor. Unas siete horas con la calma.
Diana a las 6.30 h y primer contacto en el desayuno con el café de montaña: un gran tazón de agua caliente con nescafe soluble que entra de maravilla. La pequeña habitación donde se guardan las mochilas está a tope, igual que el WC. Decidimos tomarlo con calma y esperar a que todos se vayan. Al final, somos los últimos en abandonar el refugio.
El día amanece perfecto y el sol de nuevo regala colores fantásticos en las primeras horas de la marcha, en la que bordeamos el Estany Tort, que aún conserva las vías de la explotación hidroeléctrica de primeros del siglo XX.
Diana a las 6.30 h y primer contacto en el desayuno con el café de montaña: un gran tazón de agua caliente con nescafe soluble que entra de maravilla. La pequeña habitación donde se guardan las mochilas está a tope, igual que el WC. Decidimos tomarlo con calma y esperar a que todos se vayan. Al final, somos los últimos en abandonar el refugio.
El día amanece perfecto y el sol de nuevo regala colores fantásticos en las primeras horas de la marcha, en la que bordeamos el Estany Tort, que aún conserva las vías de la explotación hidroeléctrica de primeros del siglo XX.
Pasamos por dos lagos mas, el Mariolo y el Cubieso, que reflejan como un espejo todo el paisaje. Precioso.
De golpe parece que el terreno avisa que si queremos descubrir nuevos paisajes habrá que ganárselo. Como no quiere ser muy duro, nos coloca la subida al primer y mas fácil puerto (Coll) de la ruta: Dellui (2.577 m).
El tema de los colls merece explicación aparte. Cada jornada tenemos previstos uno, dos o mas colls que superar y una vez acabada la ruta, creo que era de lo mas destacable del día. Subir un coll siempre te lleva de un gran valle a otro, con lo cual disfrutas de vistas sobre le valle que dejas mientras vas pensando como será al otro lado, y cuando llegas arriba con el ultimo pasito, como en un teatro que abre el telón, de repente te impacta una panorámica inmensa que te llena de esa alegría especial que se siente al llegar a la cima de un pico. La bajada es fácil hasta que tenemos nuestro primer contacto con una zona de bloques. La verdad es que no sabia ni que podían existir pasos de este tipo. He conocido tarteras de todos los tamaños, caos en los barrancos, etc... pero esto parecía que un terremoto hubiera provocado un desprendimiento de media montaña. No existe camino alguno y por tanto hemos de ir haciendo el pato para encontrar el mejor paso, que junto con el peso de la mochila, hace que el equipo se retrase algo en el horario previsto. De golpe parece que el terreno avisa que si queremos descubrir nuevos paisajes habrá que ganárselo. Como no quiere ser muy duro, nos coloca la subida al primer y mas fácil puerto (Coll) de la ruta: Dellui (2.577 m).
De repente entre el bosque aparece el refugio e iniciamos el ritual de la acomodación que no es otro que buscar tu lugar en el reducido espacio.
De repente empieza a llover, así que corriendo para el refugio, que está abarrotado. El resto de la tarde y noche no es agradable de contar pues el tipo de gente, con los que compartimos mesa no merece mas comentario. Afortunadamente y como compensación, a partir de ese momento solo encontraremos que personas estupendas en cada uno de los refugios y caminos.
Hoy ha sido una jornada larga, pero nos ha dado un pequeño entrenamiento para lo que vendrá mañana: el autentico Coll del Contraix y su zona de bloques, la etapa mas dura de toda la Carros de Foc. Aunque nosotros no lo sabíamos.
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