lunes, 11 de julio de 2011

NURIA-QUERALT 2011

Tercer partido de liga. Santuario de Nuria a Santuario de Queralt y bajar Berga. 92 km y 11.300 m desnivel acumulado. La salida a las 11 después de subir con el cremallera. Jugamos en casa, así que hemos podido dormir un poco mas que el resto. Los ánimos a primera hora están a tope. Yo sigo con la camiseta que me dio suerte en Nargó y Miqueu continua un poco madriles.
El tiempo parece que será bueno, algunas nubes y no se espera lluvia. La salida desde el santuario se dará cuando empiecen las campanadas de las 11 h.
Últimos preparativos y concentrados en lo que nos espera.
Cuando suena la campana, parece como que el ultimo será sacrificado en la plaza mayor de Berga. El ritmo es muy alto constantemente repetimos que esto lo pagaremos mas tarde. Muchos de los que van a nuestro lado dicen lo mismo. Pero es que la gente te empuja a correr y nadie afloja dirección a Fontalba.
Coincidimos por tercera vez con Enric, abandono en Begues y por delante en Nargó. Hoy corre que se las pela y apenas puedo hacerle la entrevista sobre el terreno del tiempo que tiene previsto hacer.
Llegamos hasta el primer control La Font de l'Home Mort y nos relajamos algo mientras comemos queso con menbrillo, orejones, pasas, sandía y te con limón. La dietista de la carrera ha preparado un menú que a primera vista parece raro pero que tiene su razón. Este solo está a nueve km de la salida, pero teniendo en cuenta que muchos corredores llevan desde las 8 h con un café, parece acertado esta inyección de calorías para afrontar el primer monstruo. El pas dels lladres. A diferencia de Nargó y Barcelona, hoy tenemos laaaargas subidas y bajadas. 750 m en apenas 2 km. El inicio es suave junto al río. Al fondo, el collado.
La subida es muy panorámica, con unas nubes que le dan a todo el conjunto una imagen espectacular.
Pero Miqueu no va fino. Aunque no parece preocupante de momento.
A 2.500 m encontramos el siguiente control. Solo agua. Estamos en un prado lleno de caballos. Cargamos bidones.
Golpe de alegría antes de enfilar la bajada de 1.100 metros dirección La Molina.
Hay tres controles sorpresa. El primero no sorprende, pero al menos me hacen la única foto de toda la carrera.
En la Molina, una ensalada de pasta parece que nos reanima. Empieza el calor y los pies tampoco van finos. Con 28 km ya tengo molestias en una uña. Miqueu sigue empeorando, lentamente pero sin pausa.
Pero seguimos. Ahora enfilando al segundo monstruo. Coll de Pal. 700 m de subidita. Cruzamos las pistas de ski, hasta una monótona ladera de arena, que para entretenernos, subimos a ritmo con el único palo que llevamos. Es el nacimiento de la modalidad de monopal català, variante cutre del nordic walking.
Y llegando al Coll de Pal, diviso dos Koalas. No parecen muy animados. Debe ser la pepsi light que hay en cada avituallamiento y que no entiendo el porqué la dietista no ha sustituido por las nutritivas Volls, cuyos resultados en el ánimo de esta especie esta contrastada.
Después de xarrar una ratito con el Koala Manolé, que me ha reconocido incluso con las gafas y la pinta de guiri de las Ramblas que llevo, cosa que me ha hecho mucha gracia, apretamos un poquito hasta llegar al Coll, donde volvemos a encontrar a Enric.
Aquí hay dos opciones, seguir el trazado antiguo por la carretera o el nuevo fuera pista. Paso de carretera. Me carga los tobillos. Me sienta mejor el pedregal y mas con vistas.
Llegamos al refugio de Rebost por una pista que ya hice con la btt en una Volta a la Cerdanya y en Cavalls del Vent. A este paso reconoceré hasta las piedras de este camino. Al fondo el Pedraforca con juego de luces diseñado especialmente para la Nuria Queralt.
Yo voy fijandome en todos los detalles de mi alrededor, en la gente, los paisajes, todo... Y Miqueu solo se puede fijar en los dolores que tiene. Y eso afecta al coco. Llevamos la misma pauta de ibuprofenos, geles, que en anteriores ocasiones pero hoy no tira. Incluso empiezan a aparecer productos de emergencia tipo cafeina, inhibidor de ácido láctico y un montón de porquerías mas que ni veo como se toma.
El siguiente control es Bagà. Km 47. Hemos descendido 1.350 m en poco mas de una hora. Hace mucha calor y el contraste con los 2.100 m del Coll de Pal se nota. Ensalada de Verduras, gazpacho, melón y mas pepsi light intentan reanimarnos. Yo aprovecho para otra cura de pies. Llevo dos. ¿Donde está Wally?
Después de mas de 20 minutos en Bagà, nueva subida de 700 m en apenas 2 km. El fin de Miqueu.
De golpe cae fulminado cual mantis religiosa, encogido por las rampas. En las dos piernas, en todos los grupos de músculos. Sin remedio. Apenas se recupera e intenta seguir que de nuevo se plega en el suelo. Ni siquiera intento animarlo a seguir. Esta clara mi experiencia en Sitges. Un poco mas arriba un corredor esta llamado por teléfono que también abandona. Algunos están bajando ya. La calor está haciendo estragos. Joan, otro corredor que ha coincidido con nosotros en las anteriores cursas, recomienda el abandono. Dice que no pasa nada, que cuando tengamos su edad ya habremos perdido la cuenta de las veces que habremos abandonado. Miqueu sigue retorciendose y yo no se si rematarlo con una piedra para que no sufra.

Finalmente cede y se retira. Me desea suerte y continuo solo. Es la primera vez que nos separamos de esta manera. Pero buscando el lado positivo, quiero entrenar el lado psicológico de aguantar la noche solito. Me pongo la música y a trotar.

La noche es dura. La calor continua y la humedad aumenta. En Saldes, el koala Manolé tambien abandona. Parece una película de guerra en la que todos los protagonistas van palmando o desapareciendo.

Y el ultimo monstruo. Algunos lo llaman Ensija. 1.300 m de ascensión. Lo llevo bien hasta que algunas rampas aparecen. Pero se van pronto. Luego el frío y el viento. Después la cima, donde pierdo las cintas. A 2250 m, desorientado en medio de la noche, cuando ves a lo lejos una luz intermitente, la alegría es especial. Es la chica del control sorpresa. Vaya moral pasar aquí la noche. A sus pies, el compañero duerme en una vaina térmica espacial.

Sigo la cresta y la bajada es un precipicio resbaladizo pongas el pie tanto en la hierba mojada por la humedad como en la piedra suelta. Poco a poco y cuatro resbalones, llego a Peguera.
Llevo rato con nauseas y sin beber ni comer. Un primperan en pastilla lo ha solucionado un poco. Intento comer algo de sopa pero se enfría enseguida.
Los siguientes 10 km, que en teoría son muy rápidos, me cuestan 2 horas. No tengo ganas de correr ni fuerzas. Al final me obligo a tragar un gel y junto a los primeros rayos de sol, parece que vuelven las fuerzas y empiezo a correr de nuevo.
Ultimo control y aparece Berga. Pero algo falla. La ciudad está muy cerca pero estamos muy altos. Aquí hay trampa.
La silueta del Santuario de Queralt mientras amanece es impresionante. No se porque, me viene a la cabeza toda la gente que en 21 años habrá visto esta imagen.
Y la trampa está en los 800 m que tengo que bajar en escalones de roca rompe-potas durante apenas 3 km. Pero al final, la recompensa. Finisher con 19 horas y 42 minutos. Y una Xibeca casi para mi solito.

5 comentarios:

Unknown dijo...

No dejas de asombrarme!

enric dijo...

Buena cronica,yo corria mucho pero tu llegaste antes. Nos vemos en Sant Joan de les Abadesses.

TITAN dijo...

Iñaki, algun día nos hacemos un Peñalara, ya veras que divertido.

Enric, si llegué antes es porque me perdí las cervezas que tu si te tomaste.

Eric Vela dijo...

Acabo de encontrar tu blog buscando info de los pedals d'occitania.
Muy buen blog, y buena cronica la de Núria-queralt, desde hoy un nuevo "folowwer"

Salut!!!

TITAN dijo...

Hola paio, benvingut a les meves rucades. Seguiré les teves.