Despues de la movidita nocturna, y aprovechando que ya estamos despiertos, avanzamos la hora de salida con la primera luz del día.
Tenemos solo la subida hasta el Coll de Pessons para luego bajar el resto de la etapa hasta el coche. Vemos el Estany de la Illa desde la altura.
El Coll nos da vista de los lagos de Pessons. Dicen que hay 17. Desde aquí se observa el camino que seguiremos todo el dia, de lago a lago y tiro porque me toca.
La bajada desde el collado se intuye complicada, pero una vez metidos, ni punto de comparación con la bajada del Bony de la Pica.
Esta zona d elos lagos es muy concurrida. Nos cruzamos con varios grupos que vienen en sentido contrario.
En el ultimo lago nos reencontramos con la cerveza. Un grupo de 4x4 llega a descargar turistas. Ya hemos llegado a la civilización.
El resto de la ruta es siguiendo pistas de ski, incluido el ultimo refugio donde sellar la hoja de ruta.
Desde el refugio hasta el hotel, una camino muy vegetal nos devuelve al hotel donde hemos dejado el coche hace siete días. Comemeos allí como premio a vigilarnos el coche.
Y ya está. Ruta muy recomendable y con muchas combinaciones para dormir, comer, ascensiones a picos, etc...
Eso si, para mi no vale la pena ni sellar ni llevar lo sellado a la oficina de turismo de Andorra. El premio será, despues de realizar una encuesta, un libro de fichas de caminos y la promesa de que un ministro te enviará un diploma certificando tu hazaña. Yo aun lo estoy esperando. Y tal como estan los politicos, puedo seguir esperando.
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