Mismo ritual de cada mañana pero esta vez mucho mas relajados en comparación a la cara de angustia de todos los que han de ir al Contraix.
Todos excepto dos jovenzuelas que inician hoy la ruta también en sentido contrario, aunque lo harán con tanta traquilidad que han hecho una etapa por ruta y hoy se quedan en Restanca. Este refugio nosotros nos lo saltamos pues al ir por libre no hemos de sellar el comprobante. Por tanto, la compañía nos dura poco, pero lo suficiente para guiarlas una rato después de que se desorientaran en el primer lago del día.
Hoy hay bastantes Estanys por el camino: El de Travessany.
El Estany Des Monges
Y así hasta llegar al Port de Caldes, a 2.550 m.
Aquí descansamos. Buscamos un lugar resguardado en unas rocas y nos encontramos con unas mochilas escondidas. Al rato aparece una pareja mayorcita de franceses que después de intercambiar unos chapurreos en galo, me explica que han subido fácilmente al Tuc de Ribereta. Bueno ahora sé que se llama así, y que tiene 2.675 m. La cuestión es que me animo a subirlo yo también.
El camino es bueno, aunque empinado para variar. En unos minutos salvo los 125 m de desnivel y me encuentro un paisaje alucinante con vistas al Montardo, y por detrás las Maladetas y el Aneto. A la izquierda los Besiberris. El Nord fué mi primer 3000 hace mas de 20 años. Tengo vistas de 360 grados sobre todos los circos y valles. Unas fotos.
Los lagos que hemos cruzado para llegar hasta aquí.
Montardo, y en segunda linea cerca de mi cara, el Aneto.Los lagos que hemos cruzado para llegar hasta aquí.
Los Estanys de Ribereta, de Naut y de Baish. Imposibles de ver desde la ruta si no subes al Tuc.
Los lagos de la zona de Colomers, hacia donde nos dirigimos.
Bajo contentísimo y decido que a partir de ahora, cada coll puede ser una posibilidad de ascensión a un picu.
Comemos junto al río, donde aprovecho a darme un desinfectante baño helado, y continuamos por un camino bonito hasta llegar al refugio de Colomers, que preside el Lac Major del mismo nombre. Como es pronto, salimos a buscar otro de los cachés que tengo grabados en el GPS. La ruta no la veo clara pues el punto a localizar esta al otro lado del lago y en altura. Pero justo desde el refugio diviso la entrada de una cueva y un camino que nace en la presa. Deduzco que esa es la clave para acceder así que enfilamos hacia allí. La senda es muy estrecha y en algunos puntos aerea. Una vez en la entrada de la cueva, observamos que no se ve el final, por tanto entramos poco a poco para acostumbrarnos a la oscuridad y de repente se intuye al fondo una luz. Como el suelo es plano podemos avanzar con seguridad hasta llegar a la salida, que resulta ser un agujero entre las rocas de un desprendimiento. Así que toca hacer espeleo y arrastrase unos tres metros por un agujero minúsculo.
Como todo en esta travesía, el esfuerzo tiene su recompensa. Al otro lado del tunel está el lago más encantador de todos los vistos y por ver. Tiene una islita en el medio diseñada según el estilo japonés, con arbolitos estrategicamente situados, rocas blancas que contrastan con el azul, cesped, etc...
Ya de vuelta, en la cena, nos sentamos con el grupo de Madrid con el que compartiremos largas tertulias en los próximos dos días. Buena gente.
Comemos junto al río, donde aprovecho a darme un desinfectante baño helado, y continuamos por un camino bonito hasta llegar al refugio de Colomers, que preside el Lac Major del mismo nombre. Como es pronto, salimos a buscar otro de los cachés que tengo grabados en el GPS. La ruta no la veo clara pues el punto a localizar esta al otro lado del lago y en altura. Pero justo desde el refugio diviso la entrada de una cueva y un camino que nace en la presa. Deduzco que esa es la clave para acceder así que enfilamos hacia allí. La senda es muy estrecha y en algunos puntos aerea. Una vez en la entrada de la cueva, observamos que no se ve el final, por tanto entramos poco a poco para acostumbrarnos a la oscuridad y de repente se intuye al fondo una luz. Como el suelo es plano podemos avanzar con seguridad hasta llegar a la salida, que resulta ser un agujero entre las rocas de un desprendimiento. Así que toca hacer espeleo y arrastrase unos tres metros por un agujero minúsculo.
Como todo en esta travesía, el esfuerzo tiene su recompensa. Al otro lado del tunel está el lago más encantador de todos los vistos y por ver. Tiene una islita en el medio diseñada según el estilo japonés, con arbolitos estrategicamente situados, rocas blancas que contrastan con el azul, cesped, etc...
Ya de vuelta, en la cena, nos sentamos con el grupo de Madrid con el que compartiremos largas tertulias en los próximos dos días. Buena gente.
4 comentarios:
Tio, que te tomas antes de escribir los títulos???
Confiesa, unos cuantos carajillos o que?
Burru. Todo tiene su explicación. Mira en las fotos...
Por mucho que mire las fotos no veo ni el tagelmust ni el camello.
Y la cabra donde esta???
Ya me lo explicaras!!!!
La clave está en el libro de la primera foto...
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