jueves, 28 de julio de 2011

Emmona 2011. El desafio de l'Abadessa.

Hoy empiezo por el final. 26 horas y 24 minutos después de la salida, llego a Sant Joan de les Abadesses con 107 km y 16.600 m desnivel acumulado. Atrás quedan muchas cosas. Explicaré algunas.


Como siempre, me acompaña Miqueu, con mas dudas que en anteriores ocasiones. Es la etapa reina de la lliga y el peor terreno para el. Nada que no se solucione con unas cervecitas el mismo viernes mientras recogemos el dorsal. De hecho hemos de ayudar con unos cuantos vinos en la cena del corredor al aire libre y unas ratafias en el camping antes de ir a dormir.


Aún con semejante arsenal, mezclado con dormidina, no consigo dormir bien y antes de que suene el despertador a las 4.15 h yo ya tengo los ojos abiertos.


Tranquilamente cogemos trastos y nos presentamos en linea de salida. Caras ya muy conocidas del foro y compañeros de aventuras nos reciben cuando aun no ha amanecido.




Pobre Joan, lo liamos a que nos haga una foto de buena mañana.

Sin darme cuenta suena el petardo y todos a correr. La gente va mucho mas calmada. Se nota el respeto al tema de hoy. Enseguida sale el sol. La subida inicial al Taga es por sendero muy secreto, casi recien limpiado.

En la ermita se Sant Martí cogemos un conocido sendero que nos lleva cerca de Coll de Jou, donde estuve la semana pasada con la bici. Subiendo la pradera la niebla nos envuelve durante un rato pero llegando a cima, sale el sol al superar a las nubes. Otro momento a recordar.




Hemos llegado con dos horas y media de margen sobre el limite de paso. Es el primer control. Ya podemos relajarnos. La bajada dirección a Pardines es sin camino inicial. Cada uno baja la pradera libremente. Continuamos relajados.



A punto de llegar a Pardines nos encontramos con Enric. Tenemos una conexión desde el primer día en que abandonamos juntos que nos permite encontrarnos en cualquier punto de todas las carreras.



Fichamos y comemos el primer menú del día creado por la misma nutricionista de la Nuria Queralt. Deconstrucción de menbrillo con queso en cama de tostada.


Comienza la segunda subida estratosferica del día. Estas subidas empiezan a unos 1.100 m por unos bosques frondosos y húmedos donde el calor aprieta, y terminan a 2. 400 metros con un terreno pelado, frio y ventoso.



Por el camino vemos la segunda parte del recorrido con el monstruo amenazando a lo lejos: Puigmal, con 2.911 m.



La zona de Balandrau, al que no podemos subir por una concentración de palomas blancas cachondas que elige esta época para su festival del sexo y reproducirse, no la conocía pero la encuentro preciosa. De los pocos sitios donde parece que el tiempo esta parado. A volver.



Llegamos al control de Tres Pics. Al parar hace frio. Esta será la constante de toda la carrera. Cambios pronunciados de temperatura que hace poner y quitar ropa continuamente. Menu: Ensalada de pasta de semola de cesped de la ladera del Balandrau y frutos secos oxigenados.



Bajando de Tres Pics entramos en el Valle de Coma de Vaca, que descubrí el año pasado en la ruta de los tres refugios junto a mis compañeros de aventuras, los Moflaos. Tengo que escribir la segunda parte algún día.



Del calorcito al fresco del Coll de la Marrana. Ponte el goretex. Además, el Bastiments ha desaparecido por la niebla. A lo lejos se ve como desaparece la gente que va subiendo, engullida por quien sabe que monstruo.



Nos toca a nosotros. Empieza la etapa alpina. Son 5 km de cresta y terreno a mas de 2800 m. Camino, por llamarlo de alguna manera, exigente y que no permite despistarse. Es la hora de los palos.



Ambientillo en la cima. Los voluntarios están aguantando un tiempo asqueroso durante horas.



Hasta aquí terreno conocido. La cresta que iniciamos es bastante técnica. Pasos muy delicados que nos hacen perder mucho tiempo. Las vistas a ambos lados de la cresta im pre si o nan te.



A lo lejos el Pic de l'Infern con hormiguitas que escalan su ladera. Miqueu se me ralla en este punto. Siente que va lento y que yo le presiono para que vaya mas rápido. Algo de verdad hay, pero es como cuando quieres subir una ladera mas deprisa y te cabreas por un momento, hasta que te das cuenta que no hace falta correr.



El Pic de l'Infern es de sube y baja. Al fondo, un sendero baja hacia Nuria y dejaremos por un rato las alturas. Tambien podemos decir que ha terminado la parte mas dura.



Miqueu dice en este momento que abandonará en Nuria. Ya empezamos. Físicamente esta bien pero de coco esta fatal. Esperemos que con una cerveza se le pase. Esta tan convencido, que lo abandono en la bajada para no perder mas tiempo.



En Nuria encontramos la ropa que hemos entregado por la mañana. Menú: Frutos secos de gla con aroma de ensalada de pasta que se ha terminado. El pobre voluntario del control, viendo nuestro apuro, se va al bar y aparece con unos bocatas de jamón y queso que encima espero no pagara de su dinero. Reparamos los pies con crema y untamos de vaselina las ingles por decirlo finamente. Descarto los kilos de ropa de abrigo que preveia llevar pues hace calor, y enfilo al Puigmal. Y Miqueu? No está.



Al llegar a la cima, me llevo la mejor experiencia de esta lliga de carreras. Soy bendecido por la Princesa Cargolina. Me carga de energía y ahora ya se que acabaré la prueba. El resto del control es un cachondeo extremo. He filmado al corredor que venia, mas bien muerto detrás mio. Luego supe que llego una hora mas tarde a meta que yo. Pero llegó.



Una larga bajada me lleva al refugio de Corral Blanc, primera cerveza. La gente está relajada. No tiene prisa. La mayoría pensábamos que subiríamos el Puigmal de noche y mira. L'Abadesa nos protege.

Se hace de noche justo llegando a Planoles. Me da tiempo de colocar el frontal con luz. Vamos bien. Muy bien.

Hasta aparece Miqueu y hacemos las paces. Ya no va rallado.


Ahora toca la pero subida de los 107 km. No aburriré con los desniveles pero en dos km pasamos de la imagen anterior a no tener ya mas imagenes debido al frío, el viento y sobre todo la niebla.

Una niebla que hace que nos perdamos en un metro cuadrado. Ya no vemos las cintas. Sacamos el gps y deducimos que el camino debe estar por encima de una pared de piedra. Retrocedemos y vemos aparecer a lo lejos una fila de 14 corredores. Su guía lleva una lintena de gran alcance que ayuda mucho. Junto a mi gps, nos ponemos en cabeza y guiamos al grupo durante varios cientos de metros, hasta que ni gps ni foco nos muestra ninguna cinta. El track esta bastante lejos y decidimos dejar el grupo, que continua buscando cintas a lo lejos. Hemos arriesgado y Miqueu y yo estamos solos en el fondo de un oscuro océano, con muchos ojos de vacas medio dormidas que nos miran. Estoy siguiendo en linea recta por un prado con la esperanza de enlazar con el track sin encontrar un precipicio en el camino. Los minutos son muy largos.



Finalmente una cinta a lo lejos proporciona la alegria del naufrago que ve tierra. Salvados.



A partir de aquí, empezamos a correr como posesos. Adelantamos a muchos corredores, unos 20. Es la misma tactica que en Coll de Nargó. Parece que hemos estado reservando para este momento, que es cuando el resto ya no tiene fuerzas.



Pero en Campdevanol el bajón es para mi. Despues de correr tanto, me hundo al saber que me quedan 19 km. Estaba convencido que quedarian unos 12. Si, solo son 7 pero en ese momento representan dos horas mas de lo previsto. Me planteo incluso abandonar. Una nueva sensación me esta destrozando: el sueño. Me dicen que hay gente durmiendo en el pavellón y que si quiero una manta. Eso, encima ayudar.



Con mucho esfuerzo sigo a Miqueu al inicio del tramo de 6 km de subida. Horrible. Son las 4 de la mañana. Llevo 24 horas sin dormir y 22 de cachondeo. Se me cierran los ojos mientras camino. Por un momento me asusto, pues me acuerdo de alguna pelicula donde los moribundos solo quieren abandonarse y dormir. Yo estoy igual, pero sin el protagonista que me de bofetadas para despertarme y no palmarla. Hago eses como si las dos voll damm que me he tomado me hubieran hecho efecto. Se me cierran los ojos y el sendero es muy estrecho. Si apoyo el palo en el vacio me iré abajo. Es desesperante y no tiene remedio. Si paro a dormir me congelaré. Así durante una hora hasta que sale el sol.

Entonces me despierto. Hasta vuelvo a correr. Y mucho.



La parte final me la tomo con calma. Miqueu tiene ganas de llegar y va tirando corriendo. Yo me pongo la carpeta de Enya en el Ipod. Es la musica de las llegadas. De la relajación. De recordar todo lo que he pasado para llegar hasta esos escasos dos km para meta.



Y la llegada.



Buff. Y la de cosas que me he dejado. El palo doblado, la caida con ruido de rotura de columna, el cementerio de vacas, el cencerro en la mochila, el pincho en el pie, el revolucionario gel gu, el cambio de papeles con Albertllebre, el sprint final, etc...



Ya solo queda un partido que será el 15 de octubre. Ultra Trail del Montsant. Pero en medio, creo que caerá la del Somontano (Iñaki te vienes?) y la cursa del Fau.

Ademas de la Porta del Cel con Isablenka y la Olla de Nuria con el camping.



Bones vacances.

martes, 19 de julio de 2011

Transcatalunya

Si sigues este blog desde los inicios, sabras que cada año por estas fechas toca una pedals. Primero fue la de Foc, luego la de Occitania y la ultima, la innovadora Pedals de Sorra. Este año he dejado la bici un poco de lado para centrarme en la Lliga Catalana de Ultraresistencia, pero un hueco en el calendario me ha permitido hacer un cuarto del recorrido.
Aqui la foto Pedals de este año.
Es el recorrido del 2005, con salida en Ribes de Freser y final en mi pueblo: El Masnou. Dos etapas de unos 100 km c.u.
Nada mas salir, subidita hasta el Coll de Jou, que siempre he hecho por la parte sur. Antes de coronar, un ejercito de vacas nos mina el camino con sus plastas mas bien sueltecitas. Ni imaginarse lo que ha saltado de las ruedas en la bajada posterior.
La gente aprovecha el minimo respiro para drogarse.
Descenso por la via del ferro y carbó hasta Sant Joan, pero antes, hemos de cruzar el Freser, que viene cargadito. Lo intento pero a mitad de rio ya me mojo los pies. Las ruedas se hunden en los guijarros.
La segunda subida del dia hacia el coll de l'home mort. Pura Garrotxa llena de fango. Curiosamente este camino, muy cercano a la Vall de Bianya y que no conocía, esa misma mañana lo abria por primera vez mi compañero Perto, famoso ya por su ruta de los cerdos.

Y como en los viejos tiempos, Bermudez, cada salida, una caida. Suerte que lleva el kit caducado de tiritas que compró para la Titan del 2006.
En el Coll de santigosa dejo a la Comunidad del Platillo. Tengo que cojer un tren y si continuo por el camino original no llegaré. Deseo suerte y me lanzo carretera abajo hasta Sant Joan y carrilet hasta Ripoll. Minipedals, pero pedals de este año.

Este sábado, el Trail de la Abadesa. La Emmona. 4º partido de liga. 112 km y 16.260 m desnivel acumulado!!!!!! Creo que es el mountain reto mas bestia al que me he enfrentado.

Serà una prova dura i exigent, només apte pels més ben preparats. En aquesta edició l’Alta Muntanya Ripollesa serà la gran protagonista ja que gran part de la prova estarà per sobre dels 2000 metres.

L’Emmona del 2011 passarà pels cims més emblemàtics del Pririneu Oriental, el Taga (2040m), el Balandra (2504m), Bastiments (2882m), Pic del Freser (2835), Pic de l’infern (2860) i el cim més alt, el Puigmal (2914m).

Tornarem a passar per llocs tant emblemàtics com Montgrony i a més aquest any hi afegim Núria, punts on ens retrobarem història i llegenda de Catalunya.

lunes, 11 de julio de 2011

NURIA-QUERALT 2011

Tercer partido de liga. Santuario de Nuria a Santuario de Queralt y bajar Berga. 92 km y 11.300 m desnivel acumulado. La salida a las 11 después de subir con el cremallera. Jugamos en casa, así que hemos podido dormir un poco mas que el resto. Los ánimos a primera hora están a tope. Yo sigo con la camiseta que me dio suerte en Nargó y Miqueu continua un poco madriles.
El tiempo parece que será bueno, algunas nubes y no se espera lluvia. La salida desde el santuario se dará cuando empiecen las campanadas de las 11 h.
Últimos preparativos y concentrados en lo que nos espera.
Cuando suena la campana, parece como que el ultimo será sacrificado en la plaza mayor de Berga. El ritmo es muy alto constantemente repetimos que esto lo pagaremos mas tarde. Muchos de los que van a nuestro lado dicen lo mismo. Pero es que la gente te empuja a correr y nadie afloja dirección a Fontalba.
Coincidimos por tercera vez con Enric, abandono en Begues y por delante en Nargó. Hoy corre que se las pela y apenas puedo hacerle la entrevista sobre el terreno del tiempo que tiene previsto hacer.
Llegamos hasta el primer control La Font de l'Home Mort y nos relajamos algo mientras comemos queso con menbrillo, orejones, pasas, sandía y te con limón. La dietista de la carrera ha preparado un menú que a primera vista parece raro pero que tiene su razón. Este solo está a nueve km de la salida, pero teniendo en cuenta que muchos corredores llevan desde las 8 h con un café, parece acertado esta inyección de calorías para afrontar el primer monstruo. El pas dels lladres. A diferencia de Nargó y Barcelona, hoy tenemos laaaargas subidas y bajadas. 750 m en apenas 2 km. El inicio es suave junto al río. Al fondo, el collado.
La subida es muy panorámica, con unas nubes que le dan a todo el conjunto una imagen espectacular.
Pero Miqueu no va fino. Aunque no parece preocupante de momento.
A 2.500 m encontramos el siguiente control. Solo agua. Estamos en un prado lleno de caballos. Cargamos bidones.
Golpe de alegría antes de enfilar la bajada de 1.100 metros dirección La Molina.
Hay tres controles sorpresa. El primero no sorprende, pero al menos me hacen la única foto de toda la carrera.
En la Molina, una ensalada de pasta parece que nos reanima. Empieza el calor y los pies tampoco van finos. Con 28 km ya tengo molestias en una uña. Miqueu sigue empeorando, lentamente pero sin pausa.
Pero seguimos. Ahora enfilando al segundo monstruo. Coll de Pal. 700 m de subidita. Cruzamos las pistas de ski, hasta una monótona ladera de arena, que para entretenernos, subimos a ritmo con el único palo que llevamos. Es el nacimiento de la modalidad de monopal català, variante cutre del nordic walking.
Y llegando al Coll de Pal, diviso dos Koalas. No parecen muy animados. Debe ser la pepsi light que hay en cada avituallamiento y que no entiendo el porqué la dietista no ha sustituido por las nutritivas Volls, cuyos resultados en el ánimo de esta especie esta contrastada.
Después de xarrar una ratito con el Koala Manolé, que me ha reconocido incluso con las gafas y la pinta de guiri de las Ramblas que llevo, cosa que me ha hecho mucha gracia, apretamos un poquito hasta llegar al Coll, donde volvemos a encontrar a Enric.
Aquí hay dos opciones, seguir el trazado antiguo por la carretera o el nuevo fuera pista. Paso de carretera. Me carga los tobillos. Me sienta mejor el pedregal y mas con vistas.
Llegamos al refugio de Rebost por una pista que ya hice con la btt en una Volta a la Cerdanya y en Cavalls del Vent. A este paso reconoceré hasta las piedras de este camino. Al fondo el Pedraforca con juego de luces diseñado especialmente para la Nuria Queralt.
Yo voy fijandome en todos los detalles de mi alrededor, en la gente, los paisajes, todo... Y Miqueu solo se puede fijar en los dolores que tiene. Y eso afecta al coco. Llevamos la misma pauta de ibuprofenos, geles, que en anteriores ocasiones pero hoy no tira. Incluso empiezan a aparecer productos de emergencia tipo cafeina, inhibidor de ácido láctico y un montón de porquerías mas que ni veo como se toma.
El siguiente control es Bagà. Km 47. Hemos descendido 1.350 m en poco mas de una hora. Hace mucha calor y el contraste con los 2.100 m del Coll de Pal se nota. Ensalada de Verduras, gazpacho, melón y mas pepsi light intentan reanimarnos. Yo aprovecho para otra cura de pies. Llevo dos. ¿Donde está Wally?
Después de mas de 20 minutos en Bagà, nueva subida de 700 m en apenas 2 km. El fin de Miqueu.
De golpe cae fulminado cual mantis religiosa, encogido por las rampas. En las dos piernas, en todos los grupos de músculos. Sin remedio. Apenas se recupera e intenta seguir que de nuevo se plega en el suelo. Ni siquiera intento animarlo a seguir. Esta clara mi experiencia en Sitges. Un poco mas arriba un corredor esta llamado por teléfono que también abandona. Algunos están bajando ya. La calor está haciendo estragos. Joan, otro corredor que ha coincidido con nosotros en las anteriores cursas, recomienda el abandono. Dice que no pasa nada, que cuando tengamos su edad ya habremos perdido la cuenta de las veces que habremos abandonado. Miqueu sigue retorciendose y yo no se si rematarlo con una piedra para que no sufra.

Finalmente cede y se retira. Me desea suerte y continuo solo. Es la primera vez que nos separamos de esta manera. Pero buscando el lado positivo, quiero entrenar el lado psicológico de aguantar la noche solito. Me pongo la música y a trotar.

La noche es dura. La calor continua y la humedad aumenta. En Saldes, el koala Manolé tambien abandona. Parece una película de guerra en la que todos los protagonistas van palmando o desapareciendo.

Y el ultimo monstruo. Algunos lo llaman Ensija. 1.300 m de ascensión. Lo llevo bien hasta que algunas rampas aparecen. Pero se van pronto. Luego el frío y el viento. Después la cima, donde pierdo las cintas. A 2250 m, desorientado en medio de la noche, cuando ves a lo lejos una luz intermitente, la alegría es especial. Es la chica del control sorpresa. Vaya moral pasar aquí la noche. A sus pies, el compañero duerme en una vaina térmica espacial.

Sigo la cresta y la bajada es un precipicio resbaladizo pongas el pie tanto en la hierba mojada por la humedad como en la piedra suelta. Poco a poco y cuatro resbalones, llego a Peguera.
Llevo rato con nauseas y sin beber ni comer. Un primperan en pastilla lo ha solucionado un poco. Intento comer algo de sopa pero se enfría enseguida.
Los siguientes 10 km, que en teoría son muy rápidos, me cuestan 2 horas. No tengo ganas de correr ni fuerzas. Al final me obligo a tragar un gel y junto a los primeros rayos de sol, parece que vuelven las fuerzas y empiezo a correr de nuevo.
Ultimo control y aparece Berga. Pero algo falla. La ciudad está muy cerca pero estamos muy altos. Aquí hay trampa.
La silueta del Santuario de Queralt mientras amanece es impresionante. No se porque, me viene a la cabeza toda la gente que en 21 años habrá visto esta imagen.
Y la trampa está en los 800 m que tengo que bajar en escalones de roca rompe-potas durante apenas 3 km. Pero al final, la recompensa. Finisher con 19 horas y 42 minutos. Y una Xibeca casi para mi solito.