Otra ultra. La décima. Estas vez en casa. La Vall de Ribes. Mi terreno, poca pista y alta montaña. 85 km y mucho desnivel acumulado: 12.374 m,
El viernes llego a Ribes de Freser tarde pero a tiempo de pillar el dorsal. Del pabellón al cine, donde un buen montaje nos da cuatro datos de la carrera, aunque nada nuevo.
Luego cervezas y a dormir. Al día siguiente, salida a las 6.30 h. Esta vez no haré el capullo solo. Lo haré acompañado del otro carajillero. Vaya caretos de alcohólicos de buena mañana.
La salida es la mas rápida hecha en una ultra. Se trata de pillar sitio en la fila del estrecho sendero que nos subirá durante 40minutos hasta la ermita de Sant Antoni. Preferimos molestar a que nos molesten, resultados del alcohol.
Sin darnos cuenta ya estamos en el primer avituallamiento, el refugi de La Covil.
Y sin darnos cuenta ya estamos con un pedazo desnivel camino a los 2000 m.
En la cima hay impresionantes vistas de la serra de Montgrony. Esta zona ya la descubrí en la hibernal de Campdevanol con Gerard, pero hoy, al ser ultra, voy mas despacio y se puede apreciar mas. Vale mucho la pena una escapada hasta estos picos.
Ya bajando hacia el inicio de la subida a la Emperadora, cojo el ritmo LLebre de Albert, y me va explicando sus aventuras por la Sierra de Guara. !Albert mas despacio que me quedan muchos km!!! es que el esta de entreno y me lleva con el gancho...
Bajando de la Emperadora, la pendiente es bastante derecha, y si te fijas en los corredores que van delante puedes hacer varios cortes que ahorran recorrido. Luego un tramo de pista hasta Nevà. Sobretodo, parar en la fuente si hace calor. El siguiente control en Planoles parece que esta cerca, pero no. Por un momento ya estoy como en Montsant, con un calor terrible y sin agua por no haber parado. Y solo son las 9.30 de la mañana.
Recuperado gracias a una fuente a la entrada de Planoles, empieza la subida dura del día. La de tomárselo con calma. Coll de Barraques. La verdad es que no es tan terrible, pero con el calor hace pupa. Voy recordando muchos puntos de la Emmona, que se hacía en bajada. El control, lleno de simpáticos.
Ahora toca ir hasta Font de l'Home Mort, que conocemos de la Nuria Queralt. El camino, muy gustoso, nos da perspectiva del Puigmal.
Y en medio de la alta montaña, aparece el control. La familia de Olga lo tiene todo muy curioso. Además, el detalle nunca visto de ofrecer los geles fresquitos. Los tienen en remojo en el río. Un beso que se merece.
Renovado por la simpatía de esta gente, le meto caña hasta Fontalba, donde otra familia de voluntarios inyectan energía para llegar a Nuria.
En siete horas justas llegamos a Nuria.
Miquel ya esta un poco K.O, para variar. Siempre que llegamos a Nuria le da bajón. Comemos, y bebemos cervezas a ver si se nos pasa.
Ya puestos, experimento con nuevas técnicas de recuperación: Inhibidor de ácido láctico mezclado con San Miguel. Asqueroso.
Después de 45 minutos haciendo el zangano en el avituallamiento, una vez que para un poco de llover, salimos con ritmo tranquilo dirección Puigmal. Miqueu se me queda atrás enseguida. Ya empezamos.
No se ve ni la cima.
Pero llega. Una cima llena de nieve y con tres cachondos en el control.
Ahora tocan 15 km de cresta. La olla de Nuria. Me encanta este recorrido. Miqueu ni rastro, así que voy tirando. Parece que hay bastante nieve.
En este punto empieza a granizar. Los garbanzos de hielo duelen cuando te tocan manos y piernas. Ya estamos otra vez con los elementos de culo. Pero dura poco rato. Voy pasando controles y cada vez estoy mas solo. He pasado a unos cuantos corredores y los llevo todos detrás, pero nadie delante como referencia.
Sorpresa, unos minutos después de llegar a Fossa del Gegant, aparece Miqueu. Pensaba que le llevaba 20 minutos mínimo pero mira. Siempre aparece. También he perdido mucho rato en unos neveros con pendiente y dos surcos hechos por 100 corredores que han pasado antes y que me han obligado a poner el culo en frío. Subiendo a Tirapits lo vuelvo a perder.
Bajando al Coll de la Marrana desde Tirapits, el paisaje es salvaje. Incluso las marcas de la organización han desaparecido. se las han comido los Isards. Me pierdo un poquito.
Enlazo otra vez con Miqueu y llegamos, mas o menos juntos a Coll de la Marrana.
Aquí pactamos intentar entrenar lo que será la UTMB, es decir, ir juntos y hablarnos. Lo conseguimos durante toda la vall de Coma de Vaca, pero subiendo al Balandrau se descuelga de nuevo. Y en este punto tengo mi primera experiencia ultra-escatologica. Llevo molestias estomacales y al querer tomar un poco de inhibidor A. Lactico, se me va por el otro agujero y hago un vomito digno de un poseído. A lo que le sigue otro, y otro. Un total de cuatro. Me quedo blanco. Mareado. Mientras, Miquel llega y lo miro con cara de susto. Pero parece que me recupero y sigo. Eso si, se acabo el comer y casi beber. A todo eso, se hace de noche, Miqueu se sienta en una piedra y dice que abandona, y me quedo sin batería de móvil. Pero todo queda en nada con solo mirar como cae la noche en el Pirineo.
Frontales y a coronar el Balandrau.
En Balandrau espero a que llegue Miqueu y nos lanzamos hacia los 12 km de bajada hasta Pardines. Ya solo quedará el Taga.
A Pardines llego con los papeles cambiados. Miqueu se ha espabilado con un brebaje cafeinico y una pista pestosa de 4 km como a el le gusta. Yo llego sudando y con falta de energía. Son las 12 de la noche y queda subir al Taga 5 km y bajar 5 km mas. Entre 3 y 4 horas mas por el desnivel que hay que superar. El compañero que venia con nosotros abandona. Yo me lo pienso.
Pero dura poco. Nada como descansar y aplicar un poco de Sucarra mind power. Y ya estoy caminando solo hacia las pendientes del Taga. Miqueu sube mejor que yo y lo pierdo. Mejor cada uno a su ritmo.
2 horas y 15 minutos me cuesta coronar. La gente del control, a las 2 de la mañana, con un corredor cada mucho rato, aun tiene ganas de tocar cencerros animando desde que ven la luz de mi frontal. Geniales.
Y la bajada, pues brutal. son 5 km y 1.100 m de desnivel. Pero es que el primer y ultimo km son casi planos en comparación a la parte central. Poc a poc.
La pista final no tengo ganas de correr y podría si quisiera. Lo sé porque cuando al rato veo un cartel que indica que Ribes está a 50 minutos cuando pensaba que ya estaba llegando, me cabreo y me pongo a correr. Yo no me tiro 50 minutos mas paseando por la montaña. A los 5 minutos aparece otro cartel que dice que Ribes está a 10 minutos. Que graciosos.
Paseo final donde adelanto a dos corredores y entrada apoteósica en el pabellón con 21 horas y 10 minutos. Tengo fuerzas, hago una vuelta a la pista haciendo el avión, salto, corro... pero al sentarme, bajón.
En resumen, carrera mucho mas difícil de lo que esperaba. Pero conseguida.Y puede que la camiseta finisher mas chula que he tenido nunca, después de la Emmona, claro.