Objetivo La Casa del Bosc, en el Montseny. En contra: el viento, el barro, el frío, el agua por todas partes, la charrera que llevamos, el mercado de Canovelles, y los tiempos de control, pues hemos reservado mesa a las 13.30 h.
Cerca de Mollet se nos une Cuñaoooo. Lo curioso es que desde que he salido de casa y durante toda la ruta, se irá uniendo gente hasta formar una pedalada en toda regla. Pasado Granollers, llegamos a Canovelles, en Pleno Mercado. Es como pasar una trialera pero en vez de piedras y raíces con carritos de la compra y bolsas. Justo antes del mercado se nos unes unos 4 bttros mas y pasado el mercado, otro. Todos los nuevos integrantes pertenencen a la organización. Nos llevan por caminos que solo ellos conocen, nos vigilan que no nos quedemos atrás y nos animan. Que grandes!!
Y con este buen rollo, pasamos La Garriga y enfilamos por Cànoves hasta el pantà de Vallforners, que debe tener alguna fuga pues con lo que ha llovido tendría que estar mas lleno. Aquí ya hace rato que las rampas son para cojer hambre.
Desde el pantà empieza la subida "ramposa"hasta la Casa del Bosc, siempre paralelo a un riachuelo y con constantes pasos mojados, igualito que en cualquier Volta a la Cerdanya.
Justo antes de llegar, y como promoción turística de la zona, se ve que plantaron un castanyer hace mil años. Lo llamaron d'en Cuc, y es tan grande que tiene una puerta con una habitación en el interior.
Por fin la recompensa: ensalada con mozzarela y frutos secos, torradas, embutidos, quesos, alcachofas a la brasa, entrecots con ceps, y muchas risas. Barbi y Montse
Yo e Isabelenka
Gabri, el organizador, brother y Victor.
Nos hemos reído tanto, que cuando hemos retomado el camino dos horas después como que no importaba la lluvia.
En La Garriga, y pensando en la madición del diable, le he pedido el frontal a Miqueu para volver a casa a la hora que fuera. Como nadie me ha seguido (suerte) he cogido el tren con el resto. Con revisor y todo!!
Y con este buen rollo, pasamos La Garriga y enfilamos por Cànoves hasta el pantà de Vallforners, que debe tener alguna fuga pues con lo que ha llovido tendría que estar mas lleno. Aquí ya hace rato que las rampas son para cojer hambre.
Desde el pantà empieza la subida "ramposa"hasta la Casa del Bosc, siempre paralelo a un riachuelo y con constantes pasos mojados, igualito que en cualquier Volta a la Cerdanya.
Justo antes de llegar, y como promoción turística de la zona, se ve que plantaron un castanyer hace mil años. Lo llamaron d'en Cuc, y es tan grande que tiene una puerta con una habitación en el interior.
Por fin la recompensa: ensalada con mozzarela y frutos secos, torradas, embutidos, quesos, alcachofas a la brasa, entrecots con ceps, y muchas risas. Barbi y Montse
Yo e Isabelenka
Gabri, el organizador, brother y Victor.
Nos hemos reído tanto, que cuando hemos retomado el camino dos horas después como que no importaba la lluvia.
En La Garriga, y pensando en la madición del diable, le he pedido el frontal a Miqueu para volver a casa a la hora que fuera. Como nadie me ha seguido (suerte) he cogido el tren con el resto. Con revisor y todo!!
Al final me han salido unos 92 km y una sensación de día vivido a tope.
