La previsión del tiempo para hoy no era muy buena, así que durante todo el día hemos estado pendientes de la lluvia. Después de un estupendo almuerzo de quesos y embutidos típicos de la zona (deliciosa pero fuerte la pasta de queso viejo para untar con anís), iniciamos la última etapa. Salimos desde Espot par tomar una encantadora carretera que va subiendo hacia los pueblos de JOU y SON. Vamos ganando altura mientras en el fondo del valle vemos ESTERRI D’ANEU.
Hoy Jaume está tirando mas fuerte y estará en cabeza casi toda la jornada. Mi primer cambio de ritmo fuerte solo lo sigue Zarazúa y me parece que Miquel ya no quiere jugar mas.
Esperamos a todos frente al control de Casa Masover en SON para seguidamente tomar un larguísimo y curioso sendero de apenas dos palmos de ancho, en plan montaña rusa que te pide toda la atención y equilibrio. Es el típico sendero que odia Xavi. Luego tomamos una pista no ciclable por el interior de un bosque y en una paradita me dejo las gafas, teniendo que volver a buscarlas. Estoy un buen rato solo en la cola del pelotón sin oir a nadie. Noto la sensación de abandono que debe tener Sergio cada vez que se queda solo en la cola, lo que le da mas merito a su particular reto.
Una vez ya recuperados los compis, iniciamos pie el recorrido por el Bosque del Gerdar. Este tramo de extrema belleza esta protegido y no puede hacerse en bici, aunque nosotros vimos bastantes rodadas. Aquí tambien practico el llevar la bici en la espalda, aunque es mas complicado por la estrechez del oscuro sendero. Este bosque parece sacado de un cuento, así que en cualquier momento aparecerá algún elfo. Llegamos al puente de madera que salva una cascada preciosa. Ya la había visto en muchos post de gente que ha hecho la Pedals por libre (la de Probike no pasa por este bosque) pero este ambiente no puede reflejarse en fotos y es mejor verla en vivo.
Nos encontramos a la salida del bosque con las chicas-niño en el refugio del Gerdar para continuar por carretera hasta Alos d`Isil donde volvemos a reunificar al Grupo. Otro ataque antes de llegar a ALOS D’ÍSIL, que tiene nombre de poblado cercano a la Tierra Media en el Señor de los Anillos y Miquel continua sin jugar. Es más, creo que esta vez hasta se queja de que vamos a ritmo de pedalada y le hago cambios bruscos de ritmo. Así que, después de quedarnos rezagados en la plaza del pueblo, le propongo que vayamos a un máximo de 160 pulsaciones y que vaya delante. Empezamos la carretera hacia Montgarri, que luego se volverá pista, y Miquel lleva un ritmo que creo que es de venganza, y de 160 pulsaciones nada de nada. Pasamos al grupo, pillamos a Zarazúa, y aún se anima más, descolgándome vilmente ya entradas en las rampas rompepiernas hacia Montgarri.
Voy solo bastante rato pero sin perderlos de vista, hasta que consigo alcanzarlos despues de sufrir mucho, y como ayer, a la que los pillo me da por ir como una moto hasta Montgarri. Ahora si que Miquel quiere jugar y parecemos dos locos por las pistas de tierra, apartando vacas y todo lo que se ponga por delante. Zarazúa, que tendría que comer algo en los desayunos, lo perdemos poco antes de llegar a Montgarri. A todo esto llovía, estaba todo lleno de barro, charcos, riachuelos que cruzaban los caminos, etc.. por lo que acabamos empapados, embarrados y muertos de frío. De hecho, llevaba las gafas tan sucias que prefería no usarlas, momento que aprovechó una gruesa gota de barro mezclado con caca de la vaca para hacer de colirio natural en mi ojo derecho.
Al llegar a l santuario y refugio, propongo a Miquel un carajillo de ron para entrar en calor. Anda que se lo pensó. Nos sentó fenomenal así que pedimos otro. Aquí descubrimos que somos unos deportistas alcohólicos, cosa que nos dio mucha risa, así que decidimos crear el CARAJILLO TEAM para seguidamente cambiarle el nombre a la aventura, pasando a ser la Pedals d’Alcohol.
Con el ron en la sangre, enfilamos alegremente las últimas cuestas. Xavi Bermudez, cada salída una caída, ha decidido que no puede marcharse del Montgarri sin bañarse en el Noguera Pallaresa, así que en un sendero paralelo al río, se le engancha la rueda y se sumerge en las frías aguas cual salmón noruego. Una vez pescado sin daños aparentes, continuamos hasta el parking de la estación de esquí de Beret. Allí, mientras esperamos a Sergio, inicio una clase improvisada de Body Balance que no es seguida por nadie.
Cuando llega Sergio se da cuenta de que ya solo queda bajar. Le entra una alegría precoz de aventura conseguida que le hace abrazarse a todos. Como está tan calentito y hace tanto frío, pues nos dejamos hacer jeje.
Decidimos ir por carretera pues es muy tarde y la rutra original dicen que es muy técnica al estar mojada. Me propongo ir tranquilo, pero enseguida veo el culo de Miquel provocando y no me queda mas remedio que seguirlo. A todo esto Zarazúa también se anima y al final acabamos como siempre, doce kilómetros a saco, con relevos y llegando al sprint a Vielha. En la tienda de Pedals de Foc se produce el encuentro de todo el equipo. Abrazos, caras de felicidad, en fin, muchas emociones. Creo que los mas contentos son Sergio i Xavi, que son los que estaban mas acollonados.
Recogemos los mallots exclusivos previa presentación de todos los controles sellados. Xavi, Toni y yo modelo verde Srek, y el resto el nuevo diseño en negro. Hemos quedado que el jueves haremos una clase de spining con ellos.
Después ducha en el Hotel Pirene, cena de super bocadillo (no dispongo aún de la foto que hizo Xavi, pero dudo que exista algo mas grande) y para casa. Al llegar no encuentro las llaves en la maleta y tengo que desmontarlo todo en medio de Psg de Gràcia, con el consiguiente cachondeo de los presentes. Ahora ya sé lo que es ser un top manta.
En resumen, una experiencia de convivencia a la altura de la Titán Desert, de esfuerzo superado colectivamente, de un buen rollo sin fisuras, con su aspecto deportivo a la medida de cada uno y unos lazos de unión para siempre. Ya pensamos en la Pedals d’Occitania.
Hoy Jaume está tirando mas fuerte y estará en cabeza casi toda la jornada. Mi primer cambio de ritmo fuerte solo lo sigue Zarazúa y me parece que Miquel ya no quiere jugar mas.
Esperamos a todos frente al control de Casa Masover en SON para seguidamente tomar un larguísimo y curioso sendero de apenas dos palmos de ancho, en plan montaña rusa que te pide toda la atención y equilibrio. Es el típico sendero que odia Xavi. Luego tomamos una pista no ciclable por el interior de un bosque y en una paradita me dejo las gafas, teniendo que volver a buscarlas. Estoy un buen rato solo en la cola del pelotón sin oir a nadie. Noto la sensación de abandono que debe tener Sergio cada vez que se queda solo en la cola, lo que le da mas merito a su particular reto.
Una vez ya recuperados los compis, iniciamos pie el recorrido por el Bosque del Gerdar. Este tramo de extrema belleza esta protegido y no puede hacerse en bici, aunque nosotros vimos bastantes rodadas. Aquí tambien practico el llevar la bici en la espalda, aunque es mas complicado por la estrechez del oscuro sendero. Este bosque parece sacado de un cuento, así que en cualquier momento aparecerá algún elfo. Llegamos al puente de madera que salva una cascada preciosa. Ya la había visto en muchos post de gente que ha hecho la Pedals por libre (la de Probike no pasa por este bosque) pero este ambiente no puede reflejarse en fotos y es mejor verla en vivo.
Nos encontramos a la salida del bosque con las chicas-niño en el refugio del Gerdar para continuar por carretera hasta Alos d`Isil donde volvemos a reunificar al Grupo. Otro ataque antes de llegar a ALOS D’ÍSIL, que tiene nombre de poblado cercano a la Tierra Media en el Señor de los Anillos y Miquel continua sin jugar. Es más, creo que esta vez hasta se queja de que vamos a ritmo de pedalada y le hago cambios bruscos de ritmo. Así que, después de quedarnos rezagados en la plaza del pueblo, le propongo que vayamos a un máximo de 160 pulsaciones y que vaya delante. Empezamos la carretera hacia Montgarri, que luego se volverá pista, y Miquel lleva un ritmo que creo que es de venganza, y de 160 pulsaciones nada de nada. Pasamos al grupo, pillamos a Zarazúa, y aún se anima más, descolgándome vilmente ya entradas en las rampas rompepiernas hacia Montgarri.
Voy solo bastante rato pero sin perderlos de vista, hasta que consigo alcanzarlos despues de sufrir mucho, y como ayer, a la que los pillo me da por ir como una moto hasta Montgarri. Ahora si que Miquel quiere jugar y parecemos dos locos por las pistas de tierra, apartando vacas y todo lo que se ponga por delante. Zarazúa, que tendría que comer algo en los desayunos, lo perdemos poco antes de llegar a Montgarri. A todo esto llovía, estaba todo lleno de barro, charcos, riachuelos que cruzaban los caminos, etc.. por lo que acabamos empapados, embarrados y muertos de frío. De hecho, llevaba las gafas tan sucias que prefería no usarlas, momento que aprovechó una gruesa gota de barro mezclado con caca de la vaca para hacer de colirio natural en mi ojo derecho.
Al llegar a l santuario y refugio, propongo a Miquel un carajillo de ron para entrar en calor. Anda que se lo pensó. Nos sentó fenomenal así que pedimos otro. Aquí descubrimos que somos unos deportistas alcohólicos, cosa que nos dio mucha risa, así que decidimos crear el CARAJILLO TEAM para seguidamente cambiarle el nombre a la aventura, pasando a ser la Pedals d’Alcohol.
Con el ron en la sangre, enfilamos alegremente las últimas cuestas. Xavi Bermudez, cada salída una caída, ha decidido que no puede marcharse del Montgarri sin bañarse en el Noguera Pallaresa, así que en un sendero paralelo al río, se le engancha la rueda y se sumerge en las frías aguas cual salmón noruego. Una vez pescado sin daños aparentes, continuamos hasta el parking de la estación de esquí de Beret. Allí, mientras esperamos a Sergio, inicio una clase improvisada de Body Balance que no es seguida por nadie.
Cuando llega Sergio se da cuenta de que ya solo queda bajar. Le entra una alegría precoz de aventura conseguida que le hace abrazarse a todos. Como está tan calentito y hace tanto frío, pues nos dejamos hacer jeje.
Decidimos ir por carretera pues es muy tarde y la rutra original dicen que es muy técnica al estar mojada. Me propongo ir tranquilo, pero enseguida veo el culo de Miquel provocando y no me queda mas remedio que seguirlo. A todo esto Zarazúa también se anima y al final acabamos como siempre, doce kilómetros a saco, con relevos y llegando al sprint a Vielha. En la tienda de Pedals de Foc se produce el encuentro de todo el equipo. Abrazos, caras de felicidad, en fin, muchas emociones. Creo que los mas contentos son Sergio i Xavi, que son los que estaban mas acollonados.
Recogemos los mallots exclusivos previa presentación de todos los controles sellados. Xavi, Toni y yo modelo verde Srek, y el resto el nuevo diseño en negro. Hemos quedado que el jueves haremos una clase de spining con ellos.
Después ducha en el Hotel Pirene, cena de super bocadillo (no dispongo aún de la foto que hizo Xavi, pero dudo que exista algo mas grande) y para casa. Al llegar no encuentro las llaves en la maleta y tengo que desmontarlo todo en medio de Psg de Gràcia, con el consiguiente cachondeo de los presentes. Ahora ya sé lo que es ser un top manta.
En resumen, una experiencia de convivencia a la altura de la Titán Desert, de esfuerzo superado colectivamente, de un buen rollo sin fisuras, con su aspecto deportivo a la medida de cada uno y unos lazos de unión para siempre. Ya pensamos en la Pedals d’Occitania.
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