Por ejemplo, mis técnicas para evitar mojarme, aunque solo sea un pie.
Tantos años haciendo descenso de barrancos me han enseñado a buscar los pasos para evitar la corriente.
En otros casos es mejor saltar. Aunque mis saltos ya no son tan largos como antes.
Y en este tramo asalvajado, disfruté remontando los cientos de metros de este barranco normalmente casi seco pero que bajaba cargadito y sin camino alternativo.
Vaya aventura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario