martes, 16 de septiembre de 2008

LE GRAND RAID 2008 (1)

Después de tantos meses visualizando la carrera, por fin llegó el momento de la verdad. Unos días antes ya se disfruta del ambiente al realizar las verificaciones técnicas de la bici y la entrega del dorsal. He quedado con Miquel para presentarnos en Sion, que no es el paraiso de Matrix, y pasar el día entre stants de bicis y productos complementarios. Yo he aprovechado para adquirir un montón de gels energéticos: con proteinas, con cafeína, con carnitina y con todo lo que acaba en ina que me ayude a terminar los 125 km. También he pillado un paravientos en oferta.


Dando el paseito nos hemos quedado alelados por unos segundos al ver a Barbara. !Esta se ha apuntado a última hora! pero al acercarnos vemos que es una doble suiza de la famosa corredora tarragonina.

Después de unas raclettes y, como no, cervezas que acompañen, nos despedimos hasta el inicio de carrera.

DIA D

Siguiendo el horario suizo, me he dormido a las 22 h sin problemas hasta las 5 h. Como siempre, no calculo bien el tiempo y he de correr un poco estresado para llegar a Verbier, donde recibo el mensaje de que Michel ya ha llegado. Hace un frio soportable, así que no cojo mas abrigo que perneras, manguitos y super paraviento nuevo. En la salida veo a mi lado un chaval clavadito a Dani Pedrosa. Luego me explicaron que era él.

Pum. salida. Poco a poco que no he calentado. Miquel, ve mas despacio. Y a vosotros que os pasa, que aún quedan 125 km! Pero donde vais tan deprisa? Miqueeeell. Y ¿esto empieza ya con esta subida? pues no se acaba nunca.. Miqueeeeeellllllllllll!!!!!!!!
Nada, no puedo seguir el ritmo de nadie. Pulsaciones a 180, me ahogo, no tiro. Esto no puede ser. Voy ha hacer un esfuerzo y pillar al Catalanosuizo este.
-Hombre, ya estas aquí?
-Arf, arfff, ufs, Arfsss, Si. Arfs, arss.
El sprint para enlazar con Michel lo único que ha hecho ha sido asustar a unos cuantos globeros que he adelantado pero que ahora ya vuelven a pasarme tranquilamente. Esta claro que no tengo fuerzas. Tanta caminata diaria pasa factura.

No me queda mas remedio. Tendré que parar y bajar pulsaciones. Así que táctica penosa: descansar con la excusa de que no puedo evitar tener que hacer una foto de este paisaje tan bonito. Esta es la instantánea.

Bueno. Decididamente me he quedado solo, pero al menos voy cogiendo ritmo. Patético pero al menos es un ritmo, que antes era un sufrimiento. Aquí viene la parte mental. No he de forzar y he de controlar. Me da igual que me pasen y quedar el último, solo me importa llegar. Y Michel, pues ya lo pillaré, porque seguro que mas adelante le da una pájara. jeje.

Asumida mi soledad, empiezo a relajarme y disfrutar del momento. Me fijo en los otros corredores, en el paisaje, en mi ritmo. Y así voy comiendo los primeros km hasta la bajada desde Croix de Coeur, que realmente no encontré tan fría como decía Miquel, aunque estábamos a un grado. Espero que la bajada me sirva para recuperar.

Continuará....

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